El vicepresidente congoleño y candidato alternativo a las presidenciales en la República Democrática del Congo , Jean Pierre Bemba, rechaza los resultados de las elecciones anunciados en las últimas horas, que dan la victoria al presidente Joseph Kabila, pero anunció que recurrirá a los canales legales.

"No puedo aceptar estos resultados, porque están lejos de reflejar la verdad de las urnas", aseguró Bemba en un comunicado. "Usaré todos los canales legales para que sea respetada la voluntad de nuestro pueblo", agregó el dirigente político.

Esta es la primera declaración que hace Bemba tras conocerse los resultados provisionales de la segunda ronda de las elecciones presidenciales, disputadas el pasado 29 de octubre y que fieron el primer proceso democrático en la República Democrática del Congo en 40 años.

Resultados provisionales

Según informó anoche la Comisión Electoral Independiente, Kabila, en el poder desde enero del 2001, obtuvo el 58,05% de los votos, mientras que Bemba logró el 41,95%.

Estos datos deben ser revisados aún por la Corte Suprema del país antes de que sea declarado el presidente electo, una decisión que debe darse a conocer antes de fin de mes, una vez se estudien las impugnaciones que se puedan presentar.

La postura de Bemba fue conocida después de que se anunciara una reunión del candidato presidencial derrotado con los dirigentes de su grupo político, el Movimiento para la Liberación del Congo.

La situación en Kinshasa y en el resto del país es de tranquilidad, según las emisoras de radio regionales, en contraste con los tiroteos que se registraron en agosto pasado en esa capital tras conocerse los resultados de la primera vuelta y que causaron la muerte de una treintena de personas.

Tres semanas de espera

Las elecciones legislativas celebradas el 30 de julio, coincidiendo con la primera ronda presidencial, y la segunda vuelta de las presidenciales el pasado 29 de octubre fueron los primeros comicios plurales y libres en este país desde su independencia de Bélgica en 1960. Cerca de

Se trata del último paso en el proceso de paz después de la guerra entre 1998 y 2003, el conflicto más sangriento desde la Segunda Guerra Mundial.

Más de cuatro millones de personas murieron en la catástrofe causada por la guerra y todavía hoy se registran unas 1.200 víctimas cada día.