Una acumulación de gas butano, posiblemente por una fuga en una cocina o en una estufa, es la principal hipótesis que barajan los servicios de emergencias como causa de la explosión y el posterior incendio ocurrido este jueves en la vivienda de un edificio ubicado en la plaza de Ravella de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra).

Tanto los Bomberos de O Salnés como los efectivos de Protección Civil de Vilagarcía consideran probable que la anciana de 83 años que residía sola en el piso de la tercera planta pudiera haber dejado abierta una llave del gas en la cocina o en la estufa de butano que había en el domicilio, lo que provocó una acumulación de gas en la vivienda. Posteriormente, al intentar encender alguno de estos aparatos se provocó la explosión y el incendio.

Como consecuencia de la fuerte deflagración los cristales y la estructura de aluminio de la galería de la tercera planta saltaron por los aires. Buena parte de este material cayó sobre un vehículo que estaba aparcado justo debajo. Aunque su propietario estaba en ese momento en el interior del coche solo hubo que lamentar daños materiales.

El propio alcalde de Vilagarcía, Tomás Fole, se encontraba en el momento de la explosión en la cafetería ubicada en el bajo del edificio siniestrado, apenas a 50 metros de la Casa Consistorial. El regidor ha señalado que "se escuchó un ruido fortísimo" y empezaron "a ver caer cristales y estructuras de aluminio".

Tras comprobar que se trataba de una explosión el propio Tomás Fole fue quien alertó a los servicios de emergencia y de socorro al tiempo que trataba de impedir que nadie se acercara al edificio del que salía ya una densa columna de humo.

RESCATE

Desde una de las ventanas del piso en el que se produjo la explosión su propietaria solicitaba ayuda ante la imposibilidad de abandonar su vivienda. Una vez llegados los servicios de emergencias, los bomberos consiguieron derribar la puerta de entrada de la vivienda y rescatar a la anciana que se encontraba desvanecida por la inhalación de humo y presentaba quemaduras.

El resto de los vecinos, alertados por la fuerte explosión y por la humareda, abandonaron sus viviendas por su propio pie y se concentraron en la calle. El personal del 061 tuvo que atender in situ a una mujer de 93 años aturdida por la inhalación de monóxido de carbono, pero su estado no revestía ninguna gravedad por lo que no se hizo necesario su traslado al centro hospitalario.

Los servicios sanitarios sí que trasladaron al Hospital del Salnés a M.L.R., de 83 años, la propietaria de la vivienda en la que se produjo la explosión. Dada su gravedad fue derivada a la unidad de quemados del hospital Povisa de Vigo, donde permanece ingresada en la UCI en estado grave con respiración asistida.

Además, en el hospital vilagarciano fue atendido también I.P.R., de 29 años, como consecuencia de una intoxicación por inhalación de humo, pero su estado no reviste gravedad.