Las dimisiones de uno o varios miembros de un Ejecutivo nacional tras un escándalo no tienen necesariamente que conducir a un bajón de popularidad del líder y su equipo de Gobierno. Que se lo digan a la canciller alemana, Angela Merkel.

La Unión (cristianodemócratas y socialcristianos bávaros CDU/CSU) de la canciller federal, Angela Merkel, ha subido en intención de voto, pese a la reciente dimisión de la ministra de Educación y Ciencia, Annete Schavan, por el escándalo sobre el plagio de su tesis doctoral.

La encuesta semanal del instituto demoscópico Forsa publicada esta semana por el semanario Stern destaca que, a ocho meses de las elecciones legislativas en Alemania, los partidos de la Unión lograrían un 43% de votos.

Con ello CDU/CSU suman dos puntos frente al sondeo de la semana anterior, repiten por segunda vez este año ese elevado porcentaje y alcanzan los mejores valores de intención de voto desde hace más de siete años, cuando Merkel llegó por primera vez al gobierno.

Por el contrario, su actual socio de gobierno, el Partido Liberal (FDP), pierde un punto y cae hasta un 3% de intención de voto, porcentaje insuficiente para alcanzar representación parlamentaria y que supondría su ausencia del Bundestag, la cámara baja alemana.

A su vez, las formaciones de la oposición se mantienen estables con un 25% de votos potenciales para el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) y un 7% para La Izquierda, mientras Los Verdes ceden un punto y bajan al 14%.

Al igual que los liberales, Los Piratas, con un 3% de votos potenciales, carecerían ahora de posibilidades de acceder al parlamento germano.

Con esa constelación de votos, la Unión de Merkel podría formar una nueva gran coalición con el SPD como la de su primera legislatura (2005-2009) u optar por una nueva e inédita alianza con Los Verdes.

El jefe de Forsa, Manfred Güllner, subraya en su análisis de los resultados que el electorado alemán no implica a Merkel en el escándalo por plagio de su dimitida ministra de Educación y Ciencia, una de sus más estrechas colaboradoras y amigas personales.

"La gente valora esa cuestión como un error personal cometido hace tiempo" y considera que la ministra dimisionaria actuó de manera soberana y competente cuando anunció el abandono del cargo, acabando inmediatamente con el debate sobre el escándalo, señala Güllner.

Además destaca que la Unión ha superado sin problemas el bajón de confianza tras las recientes elecciones en el estado de la Baja Sajonia, donde su coalición con el FDP perdió el poder en beneficio del SPD y Los Verdes.