Padres de un joven de Jaén encontrado en una zanja en 2008 piden que su muerte sea considerada un homicidio

Los padres del joven jiennense Javier Joyanes, que fue encontrado sin vida en una zanja en septiembre de 2008 tras asistir a la boda de un amigo en La Calahorra (Granada), han reclamado este jueves que su muerte sea considerada como un homicidio y no como una simple caída, teniendo en cuenta que dos peritos forenses han acreditado que fue atropellado e incluso transportado por "al menos dos personas" al terraplén.
Maximiano Joyanes y Maribel Castilla, padres de Javier Joyanes
Maximiano Joyanes y Maribel Castilla, padres de Javier Joyanes
EUROPA PRESS
Maximiano Joyanes y Maribel Castilla, padres de Javier Joyanes

Los padres del joven jiennense Javier Joyanes, que fue encontrado sin vida en una zanja en septiembre de 2008 tras asistir a la boda de un amigo en La Calahorra (Granada), han reclamado este jueves que su muerte sea considerada como un homicidio y no como una simple caída, teniendo en cuenta que dos peritos forenses han acreditado que fue atropellado e incluso transportado por "al menos dos personas" al terraplén.

Frente a la sede de la Audiencia Provincial de Granada, los padres, Maximiano Joyanes y Maribel Castilla, han reprochado a la juez encargada del caso, del Juzgado de Instrucción 2 de Guadix, que se haya negado a incluir en la causa los dos informes forenses con los que cuentan por no ser "el momento procesal" y se han quejado de la falta de diligencia de la Guardia Civil en la investigación del asunto.

De hecho, según han informado a los periodistas durante la concentración que han secundado en Plaza Nueva, han presentado tres recursos de apelación que tendrán que ser resueltos por la Audiencia: el primero para pedir un cambio en el grupo de investigación, y que sea la Policía Nacional y no la Guardia Civil la encargada; solicitando que la muerte se tramite como muerte homicida y posible asesinato; y para que declaren en sede judicial todos los testigos posibles de lo ocurrido.

Los padres, que han constituido la Asociación Pro Justicia para Javi, están convencidos de que su hijo no falleció a consecuencia de un accidente, sino que "lo dejaron con vida en la rambla" después de ser atropellado.

Ellos han defendido siempre esa tesis, ahora refrendada por los informes forenses, que apuntan a que el joven, un ingeniero informático de 27 años que iba a comenzar a trabajar en Madrid a los pocos días, presentaba unas lesiones en la cadera compatibles con un atropello y heridas en tobillos y muñecas que acreditarían que fue transportado al lugar en el que fue hallado por al menos dos personas.

"Si se hicieron las diligencias mal, que se repitan. Pero queremos un grupo de investigación que no esté contaminado para que sepamos lo que pasó de verdad", ha dicho el padre, que confía en que finalmente el "monstruo cobarde y estúpido" que dejó a su hijo en una zanja sea juzgado y condenado.

La madre ha señalado que siente "impotencia" cuando la juez les ha contestado que "no es el momento" para aportar los informes con los que cuentan. "Después de cuatro años, cinco meses y siete días, ¿cuándo es el momento de saber cómo murió mi hijo? Se debía de haber investigado esa misma noche, y no ahora, cuando se han borrado y omitido pruebas", ha censurado.

El pasado 17 de enero, los padres se reunieron con el subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez, que se comprometió a mediar con estamentos y administraciones con el fin de atender los requerimientos de la familia, y en diciembre también pidieron su apoyo al alcalde de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, para que fuera la Policía Nacional la que continuara investigando el caso.

Según el abogado de la familia, Manuel Gutiérrez Collado, el último informe con el que cuenta la familia lo ha llevado a cabo el prestigioso forense Luis Frontela, quien considera que el joven fue golpeado por un vehículo y que, por contra, no murió como consecuencia de una caída accidental por un terraplén de cinco metros de altura, donde fue hallado el cadáver, según apuntan los informes de la Benemérita.

El informe de Frontela indica que la víctima fue atropellada por un coche cuando volvía a su hotel desde un salón de bodas poco antes de las 5,00 horas del 7 de septiembre de 2008. Según este documento, el vehículo le golpeó por las piernas, lo lanzó a la calzada y le pasó por encima. "El cuerpo quedó en el suelo en posición de cúbito lateral izquierdo y el vehículo que causó el atropello pasó por encima del cuerpo".

Además, el perito asegura que "al menos dos personas" se encargaron de transportarlo hasta dicho terraplén en un coche casi con total seguridad, si bien dejaron marcas en muñecas y tobillos al hacerlo. Es más, considera que eran personas "conocedoras del terreno" las que arrojaron a la víctima a la rambla.

Hasta la fecha, en el caso no hay imputados. La autopsia del Instituto de Medina Legal señalaba que había muerto por una caída, estableciéndose que el fuerte golpe que sufrió sobre una cadera destrozó al joven. De su lado, la Benemérita consideró que el joven salió de la boda bebido, se despistó en el camino hacia el hotel, atravesó un barbecho y acabó cayendo por una zanja cuando iba a oscuras y hablando por el móvil.

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