La Policía Nacional detuvo el pasado martes a un joven de 29 años, R.P.P., por un presunto delito de estafa y falsedad documental, al estar acusado de vender entradas duplicadas para un cotillón de fin de año de una discoteca de Santander, con las que podría haber obtenido un beneficio de 5.670 euros.

Según han informado fuentes policiales, al parecer, se arrendó el local para organizar la fiesta y se pusieron a la venta 800 entradas, todas ellas numeradas y distinguidas por colores para saber en cada momento quién había vendido cada una, ya que fueron distribuidas en varios establecimientos y puntos de venta autorizados.

Al acusado se le entregaron, en concreto, dos talonarios con un total de 100 entradas para que colaborase en su venta de las mismas, aunque pasado un tiempo el responsable de la sala le pidió que se las devolviera, al darse cuenta de que no había vendido ninguna.

Llegado el día de la fiesta, a cada persona que accedía a la discoteca con su correspondiente entrada se le entregaba una pulsera para acreditar el derecho a "barra libre". Sin embargo, cuando ya se habían agotado las 800 pulseras creadas para la ocasión, continuaba acercándose al local gente con entrada.

Días después se comprobaron una por una todas las entradas, contabilizándose en total 881, en lugar de las 800 que se habían puesto a la venta. Tras una investigación interna de la empresa, situaron los talonarios duplicados en manos del acusado.

El tema se puso en manos de la Policía, que detuvo a R.P.P. tras realizar las investigaciones correspondientes. El detenido, con antecedentes por otros motivos, ha pasado a disposición judicial acusado de un delito de estafa y falsedad documental.