Gritos de "chorizo" y "ladrón" persiguieron este miércoles al exalcalde de Pozuelo de Alarcón y exmarido de la ministra Ana Mato, Jesús Sepúlveda, tras su paso por la Audiencia Nacional para declarar por los regalos de la trama Gürtel que, según la Policía, recibieron él y su familia entre los años 2000 y 2005.

Sepúlveda abandonó la Audiencia a las 11.45 horas, quince minutos después de entrar, ya que se negó a responder a las preguntas del juez del caso, Pablo Ruz. Su abogada justificó la postura de su cliente en que en la causa faltan una serie de "documentos", por lo que no declarará hasta que estos sean incorporados. La acusación popular, ejercida por la Asociación de Abogados Demócratas de España (Adade), solicitó inmediatamente que Sepúlveda concrete a qué documentos se refiere y que los aporte a la investigación.

En su huída de la prensa, el exmarido de Ana Mato afirmó que es "inocente" y que no debría dimitir. "Es su opinión", contestó cuando fue interrogado acerca de las declaraciones de la hoy ministra de Sanidad, que denunció en el Congreso que se le quiere hacer responsable de la conducta "de otra persona". En su propia defensa, y mientras un grupo de ciudadanos le gritaba "chorizo", aseguró que él no ha cometido "ningún delito".

Sepúlveda está imputado de los delitos de cohecho, prevaricación, malversación y contra la Hacienda Pública. Su citación responde a un informe policial conocido el pasado día 1 de febrero que refleja pagos de hoteles, alquiler de coches y billetes de avión a nombre de Sepúlveda, su exmujer y varios miembros de su familia, por un total de 50.049 euros, que se realizaron a través de la empresa Pasadena, integrada en el entramado de la red Gürtel.

La Policía analiza en el informe cuadros contables de la red Gürtel incautados en una nave en un polígono de Alcorcón (Madrid), que reflejan gastos concretos con las cantidades pagadas por ellos, algunos referidos específicamente a la actual ministra.

El exalcalde estuvo a sueldo del PP hasta el pasado lunes, 11 de febrero, cuando la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, anunció que Sepúlveda había sido despedido. "Rectificar es de sabios", defendió Cospedal.

Además de Sepúlveda, este miércoles estaba citado a declarar el constructor Jesús Calvo Soria, imputado por delitos de blanqueo de capitales y como cooperador en delitos fiscales al actuar como supuesto testaferro de líder de la trama Gürtel, Francisco Correa. Calvo aparece en el sumario como administrador de algunas empresas de Correa y como sospechoso de haber prestado sus propias empresas para el lavado de dinero. Según la investigación, esas operaciones debían servir para el pago de comisiones por adjudicación de obras y licencias.

El juez Ruz interrogó a Calvo acerca de diferentes pagos, entre ellos uno de 60.000 euros a Jesús Sepúlveda, en junio de 2003, cuando éste era alcalde de Pozuelo por el Partido Popular. También, por un abono de 240.000 euros que supuestamente llegaron de la sociedad Rustfield (de Reino Unido) a su sociedad Lujeca Inversiones. Según la investigación, ese dinero podría haber sido repartido por el contable de la trama, José Luis Izquierdo, a diferentes personas.

Calvo negó haber recibido pagos de las sociedades de Francisco Correa y afirmó que los documentos que obran en el Juzgado que certifican esos pagos son falsos. El constructor admitió ante el juez que Correa entró en su sociedad Promociones Inmobiliarias Salobreñas porque él conocía a María del Carmen Rodríguez Quijano, la esposa de líder de la trama corrupta. Después de un tiempo, Correa, acabó haciéndose con el control de la sociedad y expulsándole a él, añadió Soria.