Piden 81 años para el autor del triple crimen de Barcelona

  • La Fiscalía considera que el acusado maltrató psicológicamente a las víctimas.
  • Los fallecidos fueron dos ancianos y su nieta de 16 años de edad.
  • Se trataba de los padres y la sobrina de la expareja del procesado.
  • Piden una indemnización de 370.000 euros.
Triple crimen de la Sagrada Familia.
Triple crimen de la Sagrada Familia.
ACN
Triple crimen de la Sagrada Familia.

La Fiscalía ha pedido 81 años de prisión para Alejandro C., acusado del triple crimen ocurrido en enero del pasado 2012 en un piso del barrio La Sagrada Familia de Barcelona, en el Eixample, donde murieron asesinados dos ancianos y su nieta de 16 años.

En su escrito de acusación provisional, el ministerio público acusa al procesado de tres delitos de asesinato, robo y violencia psíquica, al considerar que también maltrató psicológicamente a su expareja, hija del matrimonio de ancianos asesinado y tía de la menor.

El crimen ocurrió el 27 de enero del 2012, día en el que los Mossos d'Esquadra hallaron en el piso del número 287 de la calle Sardenya de Barcelona, en el barrio de la Sagrada Familia, los cadáveres de un matrimonio de ancianos y de su nieta, en un caso que sorprendió a los agentes por la brutalidad de las agresiones sufridas por las víctimas.

Un asesinato planificado

En sus conclusiones provisionales, el ministerio público apunta que el acusado planificó el asesinato de sus exsuegros y la sobrina de su expareja, despechado porque la mujer, con quien había mantenido una relación sentimental durante años, no accedía a volver con él pese a su insistencia.

De hecho, desde que en junio de 2011 rompieran su relación, añade la fiscal, el procesado sometió a su expareja Mónica C. a "seguimientos y acoso psicológico, controlándole correspondencia y facturas telefónicas", instalando dispositivos de seguimiento en su coche y enviándole mensajes amenazadores. A pesar de ese acoso, por el que la Fiscalía acusa a Alejandro C. de un delito de violencia psíquica habitual, el procesado no consiguió que Mónica C. volviera con él, "lo que provocó que planificara los dramáticos hechos" que desencadenaron en el triple crimen, añade el ministerio público.

La mañana del 27 de enero de 2012, según mantiene la fiscal, el procesado acudió provisto de una maza al piso de sus exsuegros, que residían con su nieta de 16 años y con su hija Mónica C., en el momento del crimen ausente de la vivienda porque estaba trabajando. Con una maza o instrumento similar, el acusado golpeó a las tres víctimas hasta acabar con sus vidas de una forma que, para la fiscal, "les ocasionó un gran sufrimiento, a consecuencia del número de lesiones que les produjo, las zonas en que infligió su ataque brutal, así como la innecesariedad de algunas de ellas para causarles la muerte (...)".

Prisión por robo

"En esa dinámica de violencia", argumenta el ministerio público, el procesado se apoderó de un teléfono móvil Blackberry propiedad de la menor, así como de un ordenador portátil y una tablet, motivo por el que la Fiscalía le pide también cinco años de prisión por un delito de robo con violencia e intimidación.

A juicio del ministerio público, el procesado debería indemnizar con 300.000 euros en total a las dos hijas del matrimonio fallecido -la madre de la menor y la ex del acusado-, así como con 30.000 a cada uno de los hermanos de la anciana asesinada y con 20.000 a la hermanastra de la joven muerta.

Además, la fiscal pide que el acusado, que será juzgado por un jurado popular, indemnice con otros 20.000 euros a Mónica C. por las secuelas que le ha provocado con su acoso psicológico: un bloqueo emocional con estrés postraumático crónico que ha derivado en sentimientos depresivos y miedos múltiples.

El acusado, que en su primera comparecencia ante el juez instructor se negó a declarar, en una posterior declaración trató de incriminar a su expareja en el triple crimen.

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