La fiscalía de Bonn ha acusado a tres presos menores de 20 años del homicidio de un compañero de celda al que sometieron a torturas y vejaciones sexuales durante doce horas y a quien finalmente mataron, "porque querían ver morir a un hombre" según declaró uno de ellos.

Según el fiscal jefe Fred Apostel, la prisión de Siegburg (centro-oeste) fue escenario el pasado sábado de un macabro rosario de vejaciones tramado por tres jóvenes de 17, 19 y 20 años y que llevaron a la práctica con su cuarto compañero de celda, también de 20 años.

Los presuntos autores de este homicidio prestaron "amplio testimonio", en el que explicaron que entre los motivos que los impulsaron al crimen figura que "querían ver morir a un hombre".

Doce horas de pesadilla

Los acusados planearon las torturas, pues obligaron previamente a su víctima a escribir cartas de despedida, que luego destruyeron.

No sólo le propinaron una paliza, sino que le forzaron a beber agua con sal, ingerir un tubo de pasta de dientes y a tragar finalmente sus propios vómitos.

"Le pegaron, le patearon y le obligaron a beber orina mezclada con escupitajos", explicó el fiscal Apostel, que añadió que las torturas no acabaron ahí, ya que lo sometieron también a vejaciones sexuales y lo violaron.

Acto seguido los acusados intentaron ahorcar a su víctima tres veces, pero fracasaron. Entonces prepararon una soga con las sábanas, le obligaron a subirse a un cubo y le propinaron otra paliza para que viviera su muerte conscientemente.

Aprovecharon el fin de semana

Según la fiscalía, en el centro penitenciario nadie se dio cuenta de las vejaciones que se sucedieron a lo largo de toda la noche debido a que el sábado hay menos personal de vigilancia.

Aunque la víctima logró en una ocasión presionar el botón de llamada de la celda para avisar al personal, sus torturadores convencieron a través de la megafonía a los guardias de que habían rozado el interruptor por equivocación.

Cuando las autoridades del centro lo encontraron muerto el domingo por la mañana, informaron de que se trataba de un suicidio, pero tras el análisis del médico forense se abrió una investigación.

Los tres jóvenes están acusados de homicidio con premeditación y alevosía, además de abuso sexual y violación.