Manos Unidas Valladolid ha perdido en los últimos meses un diez por ciento de sus ingresos procedentes de herencias, aunque ha incrementado el número de socios en cerca de una veintena ante el comienzo de su LIV campaña.

Así lo ha explicado este jueves la presidenta de la ONG en la capital vallisoletana, Amparo Alijas, quien ha asegurado que, aunque con la crisis se han despedido de 15 asociados que no podían seguir colaborando por motivos económicos y de otros cinco por fallecimiento, han ganado 37. "En conclusión hacemos una balance positivo", ha expresado tras matizar que a esto se suman las ayudas públicas de cooperación al desarrollo, (algo más del nueve por ciento de la cantidad final con la que trabajan en la organización).

Estas cifras se han dado a conocer durante la presentación de los nueve proyectos internacionales que centran la actual campaña, que se desarrollará en siete países diferentes con el objetivo de equiparar el papel de hombres y mujeres en el mundo.

Bajo el lema 'No hay justicia sin igualdad', el plan se ha hecho público en la sede del Arzobispado de Valladolid, donde el vicario general, Luis Argüello, ha detallado que las acciones solidarias tendrán lugar en Angola, Burkina Faso, La India, Honduras, Sri Lanka, Camerún y Guatemala. Además, en estos dos últimos países las actividades se duplicarán con dos iniciativas dirigidas a mejorar las condiciones del sistema educativo y sanitario.

En total, este 2013 se destinarán cerca de 500.000 euros a la terminación de dormitorios en escuelas de secundaria rural de Camerún; acciones de capacitación de mujeres en pueblos cameruneses; rehabilitación de cocinas en unidades de infectocontagiosos de Angola; equipamientos para bibliotecas de Burkina Faso; construcción de una escuela mixta primaria de La India; ampliación de la cobertura educativa para jóvenes de Guatemala en riesgo de exclusión social; electrificación de comunidades rurales de Honduras; equipamiento médico de clínicas guatemaltecas de asistencia en aldeas, y construcción de dos dormitorios y treinta baños adaptados para víctimas de la guerra en Sri Lanka.

"Con esto no negamos los problemas que existen actualmente en España, solo subrayamos que en otros rincones del mundo la situación es peor", ha matizado Argüello.

Por otra parte, el vicario y la presidenta de la ONG en Valladolid han valorado la "finalización exitosa y prácticamente efectiva" de los proyectos que formaron parte de la campaña de 2012.

"Ahora debemos centrarnos en el nuevo objetivo: favorecer la autonomía de las mujeres en el mundo para que dejen de ser las que más sufren los problemas laborales, de educación y de salud. Y es que, si las féminas cuentan con recursos para organizarse, lograrán sin duda el progreso de sus comunidades", ha concretado otra de las componentes de la comisión gestora de Manos Unidas en la capital vallisoletana, Asunción Cardenal.

Testimonio "de esperanza" desde etiopía

La presentación de la campaña este jueves ha contado además con la participación de una misionera mexicana, Maru Solís, que ha ofrecido a los presentes el testimonio sobre su experiencia de dos décadas de trabajo altruista en el noreste de Etiopía.

Solís, que colabora actualmente en programas para impulsar el desarrollo de la mujer, ha hablado de los pasos que hay que dar para "superar los primeros problemas" en África, la falta de alfabetización y la escasez de dinero para emprender acciones como el cultivo de huertos familiares.

En este contexto, la mexicana ha narrado su experiencia como miembro de una iniciativa de dos años en la que no solo enseñan a leer y escribir a jóvenes y adultas de todas las edades, sino que después de dos años de formación les permiten optar a un microcrédito de 100 a 200 euros. "Ello les posibilita la adquisición de un buey, de varias ovejas preñadas o incluso el desarrollo de otras alternativas como la del mencionado huerto", ha detallado la misionera.

"En definitiva, solo puedo decir que las ayudas que nos llegan desde Manos Unidas son como la lluvia en el desierto, lo que hace que crezcan las plantas y salga el arcoiris" ha asegurado Maru Solís antes de lanzar un último mensaje a los presentes: "La gente me ha enseñado a no perder la esperanza. Eso es lo importante, recordar que el esfuerzo nunca es en balde".