Vence el plazo dado por la presidenta sin que los grupos hayan respondido a su propuesta de nuevas normas para invitados

Rojo plantea penalizar a los invitados que sean expulsados y trasladar a las autoridades judiciales las alteraciones del orden
Reunión de Rojo con los portavoces parlamentarios
Reunión de Rojo con los portavoces parlamentarios
EUROPA PRESS
Reunión de Rojo con los portavoces parlamentarios

Los grupos parlamentarios de la oposición han eludido responder a la propuesta de la presidenta de la Cámara, Pilar Rojo, sobre las nuevas normas para establecer el régimen de visitas en el hemiciclo gallego y que incluye, según el borrador del documento, que los invitados firmen un documento conforme a las reglas de comportamiento o que, en el caso de que se produzcan "alteraciones del orden" durante el transcurso de un pleno, el testimonio de los servicios de seguridad será remitido a las autoridades judiciales por parte de la Mesa.

Con todo, las razones para no haber respondido, que en este caso se extienden a todas las formaciones, difieren en según el caso. Así, los socialistas consideran que el plazo dado desde este martes a última hora de la tarde hasta las 14.00 horas de este miércoles es insuficiente y que, por lo tanto, no se sienten "vinculados" con ese tiempo dado por la presidenta, que constituye, una decisión "unilateral", según han indicado a Europa Press fuentes del PSdeG.

De esta manera, el principal partido de la oposición, el único que tiene representación en la Mesa del Parlamento —órgano rector— junto al PP, se toma más tiempo para estudiar la propuesta remitida por la jefa del Legislativo después de reunirse de forma informal con los grupos parlamentarios el pasado viernes y de abordar esta cuestión en la Xunta de Portavoces.

Alternativa Galega de Esquerda (AGE) parte de una postura contraria a normas que prohíban explícitamente exhibir pancartas o camisetas porque, a juicio de esta formación política, esto no atenta contra la "dignidad" de la Cámara. El propio portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy, resumió las discrepancias entre los grupos en que todos están de acuerdo con que hay que preservar la "dignidad", pero no coinciden en la definición del concepto.

Por su parte, el BNG no ha enviado ninguna respuesta a la jefa del Legislativo autonómico porque, como ha manifestado en declaraciones a Europa Press su portavoz parlamentario, Francisco Jorquera, los nacionalistas "no va a suscribir ningún acuerdo" que incorpore nuevas normas a las ya establecidas.

"Si la presidenta considera necesarias, bajo sus atribuciones y su responsabilidad, nuevas normas, nosotros no vamos a hacer aportaciones y no vamos a suscribir ningún acuerdo", ha explicado el dirigente nacionalista.

Por su parte, los populares están de acuerdo con el texto remitido con la presidenta y, por lo tanto, asumen las nuevas reglas de comportamiento en aras de mantener el orden parlamentario, como aseguró su portavoz, Pedro Puy, tras la Xunta de Portavoces.

Propuesta de la presidenta

En la propuesta de la presidenta, se incluye el deber de que los invitados firmen unas normas de comportamiento parlamentario si quieren entrar en el hemiciclo gallego para presenciar un pleno. De no hacerlo, los invitados podrán seguir el desarrollo de la sesión desde las instalaciones del grupo parlamentario por el que han tramitado el convite.

Asimismo, en el caso de expulsión del salón de plenos por desorden en las tribunas, los invitados "no podrán asistir a la Cámara en el resto de la legislatura", sin perjuicio de otras consecuencias previstas en el reglamento, aunque sí tendrán derecho a acceder a los locales de los grupos, "previa invitación" de las fuerzas parlamentarias.

El borrador, con siete puntos, especifica que los invitados "deberán abstenerse de portar pancartas, estandartes o emblemas de todo tipo que contengan mensajes que no respeten el comportamiento previsto" en Reglamento del Parlamento en su artículo 109, relativo a los invitados.

En este artículo, se prevé que "cualquier persona que en el recinto parlamentario, en sesión o fuera de ella, promueva desorden grave con su conducta de obra o palabra, será inmediatamente expulsada".

Además, según lo dispuesto en este apartado, el presidente tiene el deber de "velar", en las sesiones públicas, por el mantenimiento del orden en las tribunas. En este sentido, la Presidencia de la Cámara puede indicar la expulsión de quien "perturbe" el orden o falte a la debida compostura y, de ocurrir, los servicios de seguridad de la Cámara pueden levantar las diligencias oportunas, "por si los actos producidos pudiesen ser constitutivos de delito o falta".

Consecuencias para los grupos

El documento trasladado por Pilar Rojo, elaborado junto a los servicios jurídicos de la Cámara, también propone responsabilidades para los grupos parlamentarios, que serán "responsables" de dar "cumplida información a los invitados" del articulado del Reglamento en lo relativo a los invitados dentro del recinto del Pazo do Hórreo.

De esta manera, los grupos parlamentarios tendrán consecuencias si sus invitados son expulsados del hemiciclo, y, concretamente, se quedarán sin cupo de invitados en la siguiente sesión. "En caso de reincidencia, el cupo se perderá, como mínimo, para un periodo de sesiones o tiempo equivalente", añade el texto.

En el caso de que se produzcan "alteraciones del orden" durante el transcurso de un pleno, según lo que indica el documento, "los servicios de seguridad remitirán un testimonio de los hechos a la Mesa del Parlamento para "su traslado a la autoridad judicial".

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