El portavoz de Cultura del PP en el Parlamento andaluz, Antonio Garrido, ha señalado, tras conocer que el taller de ensayos de la West-Eastern Divan, dependiente de la Fundación Barenboim-Said, vuelve este verano, que la Fundación "es ya una cuestión de empecinamiento político" y "un capricho del presidente de la Junta, José Antonio Griñán".

En declaraciones a Europa Press, Garrido ha señalado que "los capricho se pagan", y que "aunque no hay dinero para cosas muy elementales y básica en materia de cultura, con recortes en todos los ámbitos, con un modelo de gestión que en realidad es recaudatorio, sin embargo, para la Fundación Barenboim-Said no hay ningún problema", porque "es una cuestión de empecinamiento político".

En este sentido, el portavoz popular afirma que al Ejecutivo andaluz "no le da la gana de reconocer que para Andalucía no supone proyección", pero "forma parte de un modelo que ni siquiera es un modelo sino el capricho de Griñán, que parece que así queda muy cultural". Además, si la Junta se retira de la Fundación, el maestro "se puede molestar y puede hacer declaraciones" que la Junta "no puede contrarrestar", porque Barenboim "tiene una posición de fuerza enorme".

"Todo se mueve por impulsos del capricho de la clientela de cada momento", insiste Garrido, quien también se ha referido a la Ruta de Turismo Cultural de los Omeyas, una iniciativa diseñada por la Fundación Legado Andalusí que fue presentada la pasada semana por la Junta de Andalucía en el marco de la Feria Internacional del Turismo (Fitur) que se celebró en Madrid, y que, a su juicio, "son sueños de falsa grandeza con un millón de parados".

Y, continúa, "ahora, en una especie de megalomanía, hacemos la Ruta de los Omeyas, cuyo centro fue Córdoba, no Granada", pero "como en el Milenio de Granada no han hecho nada y el Legado Andalusí tampoco hace nada, quieren darle un sentido a la Fundación que dirige Marina Martín. "Aquí todo se mueve por impulsos, sin norte, ni brújula", concluye el portavoz popular.