Los trabajadores de Metales Extruidos continuarán las movilizaciones de protesta para reclamar una situación para la factoría vallisoletana y a la espera de que un posible comprador pudiera tomar las riendas de la misma después de lo que consideran una mala gestión que les ha llevado a parar la producción.

Así se ha puesto de manifiesto tras la asamblea a la que ha acudido un importante número de trabajadores para conocer el contenido de la reunión que el viernes mantuvieron miembros del Comité de Empresa con el consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva.

El presidente del Comité, Ángel Ortega, en declaraciones a Europa Press, ha explicado que la Junta ha pedido "paciencia" a los trabajadores al tiempo que ha asegurado que ha habido contactos empresariales para una posible adquisición de la sociedad, aunque por el momento sin más resultados.

A pesar de que la Junta invirtió a través de Ahorro Corporación en la empresa, la Administración no tiene mayoría para decidir por el bajo porcentaje con el que cuenta y por el momento no puede tomar decisión alguna en el marco del Consejo de Administración.

Sin embargo, sí podría reclamar los cinco millones de euros con los que subvencionó a Metales Extruidos cuando se produjo el traslado de la fábrica, ya que se pusieron como condiciones que hasta noviembre de 2012 no hubiera variaciones en el número de trabajadores y hasta 2014 no saliera activo de la empresa.

Evitar el desmantelamiento

Precisamente esta cuestión es la que los trabajadores pretenden vigilar y mantendrán al corriente a la Junta, que desconoce cuestiones como los baños de satinado con los que cuenta la fábrica, que se han conformado a lo largo del tiempo y ya se pueden considerar activos, por ejemplo.

Si se confirmara alguna salida de activos de la factoría, ha indicado Ortega, la Junta podría reclamar, pasaría a ser acreedora mayoritaria y se podría ir a la liquidación de la sociedad, algo que no quieren los trabajadores, que confían en que alguien pueda invertir y adquirir una empresa que consideran rentable pero que se ha gestionado mal, algo que van a tratar de justificar documentalmente los representantes de los trabajadores.

A este respecto, el presidente del Comité ha señalado que, al igual que la Junta, la inversión tendría que llegar de un grupo industrial que conozca el sector y no simplemente de un conjunto de inversores.

Mientras se esperan noticias, en un corto espacio de tiempo tanto los trabajadores de Valladolid como los de las filiales de Granada, Zaragoza, Madrid y Barcelona tendrán que negociar el nuevo expediente de regulación presentado por la Dirección, lo que irá acompañado de movilizaciones.

Por otra parte, los trabajadores se concentrarán el miércoles a las puertas de las Cortes mientras que una representación de los mismos acudirá como invitada al pleno para asistir a la lectura de una declaración de apoyo.