Una vez depositadas las chatarras en el suelo, una pala mecánica va recogiendo los escombros y los acumula en varios vagones de tren que, cuando están llenos, se van sustituyendo por otros vacíos. Este procedimiento se repite «durante todo el día hasta las 22.00 horas».
Además del ruido, otra de las quejas es por el «polvillo de óxido» que se levanta y que «se cuela a todas horas en nuestros salones».
La primera medida que tomaron varios vecinos fue dirigirse al Concello para que enviaran a algún técnico a medir el ruido que se produce en la zona, pero, según ellos, «la respuesta siempre fue que como esos terrenos pertenecen a Renfe, nada pueden hacer».
Después, se pusieron en contacto con la Policía y con Medio Ambiente, obteniendo el mismo resultado. Ante la pasividad de las autoridades, ya no saben «qué hacer». Algunos intentaron hablar con Renfe, «pero en la estación sólo recogen reclamaciones de viajeros y no nos solucionan nada».
Ni las «dobles ventanas» que han tenido que instalar, ni los tapones de los oídos que utilizan «para dormir», les bastan para poder descansar porque «cuando la chatarra cae al suelo, toda la casa vibra».
Areal
Superficie: 30.000 m2. Renfe: en sus terrenos se realiza la carga y descarga de chatarra. Localización: Entre la calle Areal y García Barbón, hasta Guixan. Actividades: Silo de cementos y almacén de madera. También sirve de depósito de chatarras y coches.
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