Una vez pasadas las dos crecidas del río Ebro producidas en las dos últimas semanas, el Gobierno de Aragón ha cuantificado los daños. Finalmente han sido afectadas 15.423 hectáreas en la Comunidad Autónoma, 8.453 hectáreas.

De ellas, 8.453 hectaréas corresponden a cultivos —herbáceos, hortícolas, leñosos—. Concretamente, de frutales y olivares se han visto afectadas 317 héctareas, de alfalfa y forrajeras, 3.435 hectáreas, de cereales de invierno, es decir, trigo, cebada y avena, han resultado dañadas 2.060 hectáreas, y respecto a los cereales de primavera —maíz, arroz y otros— las hectáreas afectadas han sido 1.540.

Las pérdidas en especies hortícolas ascienden a 126 héctareas, principalmente col, brócoli y tomate. En cuanto a las leguminosas, como guisante, habas, girasol y soja, son 107 hectáreas las que han resultado afectadas. Por último, se han visto también dañadas 868 héctareas de superficies correspondientes a barbechos o parcelas sin cultivo.

Con la crecida también se vieron afectadas 20 explotaciones ganaderas: 6 de ovino, 6 de bovino de cebo (terneros), 1 de bovino de leche (vacas de leche), 3 de reses bravas y 4 de porcino.

Reunión con alcaldes

Además, el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Ejecutico autonómico, Modesto Lobón, mantendrá una reunión con los alcaldes de los municipios ribereños que se han visto afectados para hacer una valoración definitiva una vez que baje el nivel del río.

Asimismo, Lobón se ha comprometido a que el Gobierno de Aragón participe en el grupo técnico de trabajo, liderado por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que también contará con la colaboración de las comunidades de Navarra y La Rioja. Este grupo técnico evaluará la situación del Ebro tras la última riada y analizará la sobreelevación del río, que con menores caudales genera inundaciones con mayores perjuicios.