Desde ese momento, denuncia Luis Medina, uno de los afectados, todo fueron despropósitos. «Los desagües y las tuberías de saneamiento pasan de casa en casa sin mayor protección que las de una tapa de acero para luego ir a parar a una acequia».

Los vecinos aseguran que las ratas les arañan las paredes y que los olores son insoportables.

«Nada comparado con las aceras, de 80 centímetros, cuando la ley obliga a que

sean de 120. Cada día hay un accidente», sostiene Medina.

La electricidad y el cableado del teléfono se han instalado también sobre otra acequia y el promotor «no terminó de construir las zonas verdes», añade.

Solución

Esta terrible situación, sin embargo, parece que llega a su fin.

El alcalde de Ogíjares, que llegó a un acuerdo para hacerse cargo de las obras de reforma, asegura que ya ha recibido el dinero de la constructora y que los arreglos comenzarán esta semana. El Ayuntamiento ha adjudicado los trabajos a Emasagra, y dentro de pocas semanas las ratas, por fin, dejarán de molestar al cerca de medio centenar de familias de La Cortijuela.

Licencia de primera ocupación

Francisco Plata, edil de Ogíjares, asegura que el Consistorio asumirá las obras, pero que los culpables de esta situación son los vecinos que «se metieron en las casas antes de que diéramos la licencia de primera ocupación y que firmaron la instalación de unos saneamientos de servidumbre (de casa en casa). Aun así, la solución está en marcha».