Hay hasta un anuncio de seguros que lo dice. El volumen de conductores que ha mejorado su comportamiento al volante ha aumentado, pero no se trata de ningún milagro.
¿Y qué ha pasado?
Por primera vez se ha demostrado que la gente sabe conducir. No se desconoce la norma, pero había una actitud negativa. Ahora tienen un margen de credibilidad, ya que se les puede acabar el crédito.
¿Cómo son los reincidentes?
Las personas que no son conscientes del riesgo son las candidatas ideales para ir perdiendo puntos. También desprecian al resto y consideran que están por encima del bien y del mal.
¿Qué pueden hacer los psicólogos para ayudarles?
Lo mejor sería que el psicólogo fuera un tutor individual de cada persona, y no de un grupo, como sucede ahora, ya que cada uno pierde los puntos por diferentes motivos. También deberían detectar actitudes negativas que no son punibles para intervenir a tiempo.
¿Se deberían aplicar castigos más severos?
Las medidas de Tráfico son correctas, pero en cursillos de dos horas no podemos cambiar actitudes. No somos magos, sino profesionales.
¿Qué propone para rebajar aún más los accidentes?
Más coordinación en los programas y un mayor rigor en su aplicación.
Bio
Valenciano de adopción, nació en Cartagena hace 49 años. Trata psicología y tráfico desde hace 19 años.
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