BioCruces inicia la validación clínica de una posible diana terapéutica contra el cáncer de mama

El Instituto de Investigación Sanitaria BioCruces ha anunciado el inicio de la validación clínica de una posible nueva diana terapéutica contra el cáncer de mama. El trabajo está dirigido a analizar el valor de la fosfatasa PTP-épsilon para ayudar en el diagnóstico del cáncer y para obtener nuevas vías de desarrollo de fármacos eficaces.

El Instituto de Investigación Sanitaria BioCruces ha anunciado el inicio de la validación clínica de una posible nueva diana terapéutica contra el cáncer de mama. El trabajo está dirigido a analizar el valor de la fosfatasa PTP-épsilon para ayudar en el diagnóstico del cáncer y para obtener nuevas vías de desarrollo de fármacos eficaces.

El anuncio ha sido realizado con motivo de la celebración del seminario 'Las proteínas fosfatasas como nuevas dianas terapéuticas en la terapia oncológica' en la sede del instituto en el Hospital de Cruces.

El profesor de Ikerbasque Rafael Pulido ha explicado que, en las investigaciones en laboratorio, se ha realizado "la identificación y caracterización de una fosfatasa, PTP-épsilon, que podría resultar beneficiosa para el tratamiento de determinados tipos de cánceres de mama e, incluso, otros tipos de cáncer".

Tomando como base estos resultados de investigación básica, este experto va a liderar la puesta en marcha en BioCruces de una línea de investigación encaminada a la validación clínica de esta posible diana terapéutica contra el cáncer. "Vamos a obtener muestras tumorales procedentes del Biobanco Vasco para la Investigación con el fin de determinar la expresión de esta proteína fosfatasa en personas que han padecido cáncer de mama", ha explicado.

Este proceso se va a realizar de manera coordinada con los especialistas de Oncología y Genética del Hospital Universitario Cruces, con el fin de comprobar si "los buenos resultados obtenidos in vitro con la investigación básica del laboratorio se constatan también en la realidad".

El investigador ha destacado que, de confirmarse la línea de trabajo, "una validación clínica positiva podría dar resultados, por un lado, para mejorar el diagnóstico efectivo de cáncer y, por otro, si se verifica en la clínica que esta proteína fosfatasa favorece la aparición de tumores, el desarrollo de fármacos que inhiban su función". "Es decir, tratamos de obtener resultados tanto en el diagnóstico como en el tratamiento del cáncer", ha precisado.

Desde el instituto vizcaíno han recordado que, en el estudio del cáncer, se conoce el "importante papel" que desarrollan las proteínas quinasas en el cáncer, dado su efecto oncogénico. Por ese motivo, muchas de las investigaciones y terapias actuales se orientan a buscar inhibidores de esas quinasas, que, al actuar como supresores tumorales, frenan el desarrollo del cáncer.

"Las proteínas fosfatasas desarrollan un papel de inhibidores de la acción de las proteínas quinasas. De hecho, cuando estas proteínas están mutadas y no realizan correctamente su función es cuando el paciente presenta cáncer, bien sea en el propio tumor o por causa genética, heredando la proteína fosfatasa mutada, Estos casos son los responsables en gran medida de los cánceres de tipo familiar", han señalado.

No obstante, algunas de estas proteínas fosfatasas se consideran también oncogénicas, como la proteína PTP-épsilon, en el que se centra la investigación. Por ello, los trabajos se orientan a la concreción de inhibidores de su función.

En palabras del investigador responsable del proyecto, "el papel de la proteína tirosina fosfatasas en la enfermedad humana sólo se está empezando a abordar, y la identificación de dianas terapéuticas frente al cáncer y los estudios de validación clínica de la proteína tirosina fosfatasa aún están en sus etapas preliminares".

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