Los habitantes de la localidad zaragozana de Boquiñeni esperan con tranquilidad la llegada del pico de la crecida del Ebro, prevista para esta tarde-noche porque será menor que las previsiones iniciales.

El alcalde de Boquiñeni, Miguel Ángel Sanjuán, ha explicado que en a lo largo de esta mañana el caudal es de unos 1.600 metros cúbicos por segundo, que es un volumen inferior al registrado en la crecida de la pasada semana cuando se llegó a los 2.200 metros cúbicos por segundo.

En declaraciones a Europa Press, Sanjuán ha relatado que desde que pasara la principal crecida del pasado 22 de enero, han llegado varios picos, pero "de forma muy gradual".

Estos picos "controlados" han favorecido que el agua llegue a la mota y se filtre "sin presión" por lo que la situación "no es preocupante" ha asegurado Sanjuán.

"El problema es que la tierra está muy empapada y saturada de agua" ha incidido Sanjuán para recalcar que los mayores daños se prevén en los cultivos de alfalfa y trigo, principalmente.

Otro aspecto que ha relatado el alcalde de Boquiñeni es que el agua ha llegado a las alcantarillas y se está alerta por si se filtra al casco urbano. No obstante, ha explicado que en previsión de este suceso se ha limpiado el sistema de alcantarillado a instancias de la Diputación de Zaragoza desde el pasado viernes y este lunes.