El príncipe Felipe cumple este miércoles 45 años. Celebraciones personales aparte, el heredero de la Corona tiene marcada en su agenda del día la inauguración en Madrid junto a la princesa Letizia de la 33 edición de la feria de turismo FITUR. Uno de sus múltiples actos en sus quehaceres diarios, que ha aumentado en los últimos tiempos en detrimento de las apariciones del rey, que se han visto reducidas a raíz de su reciente operación de cadera y al periodo de rehabilitación que sigue. No obstante, sus problemas de salud no restan las ganas del monarca en seguir al frente de la institución.

Lo que sí está clara es la actividad que realiza cada vez más el príncipe de Asturias. De hecho, en el último año, don Felipe fue el miembro de la Casa Real con más actos oficiales —según consta en la web oficial, ha asistido a 200 actos en total, frente a los 153 que ha tenido el rey—.

La abdicación de la reina Beatriz de los Países Bajos a sus 74 años en su hijo Guillermo de Orange, de la misma edad que don Felipe, ha vuelto a reavivar el debate sucesorio en España. La Constitución es el único texto legal que regula la Corona en este aspecto, y en sus artículos hay muchas lagunas que no aclaran, entre otras cuestiones, cuándo podría el príncipe acceder a reinar.

El Título II de la Carta Magna es el que abarca el tema de la Corona española. Según los artículos que en este apartado se recogen, "la Corona de España es hereditaria en los sucesores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón". Además, establece un orden de sucesión al trono en base a estas preferencias: "Siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos".

Es decir, que al príncipe Felipe le corresponde ser el heredero de la Corona por delante de sus hermanas Elena y Cristina, aunque estas sean mayores que él.

Según la Constitución, "las abdicaciones y renuncias y cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de sucesión a la Corona se resolverán por una ley orgánica". Al no existir esta ley, "de facto podemos entender que las Cortes han optado por interpretar el texto de la Constitución de la siguiente manera: si hubiera una abdicación, dictarían la ley, pero al no haberla, Congreso y Senado no se sienten obligadas a dictarla con carácter previo", indica a 20minutos.es Juan Manuel Herreros, profesor de derecho constitucional en la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA).

La opinión de la Casa Real coincide con esta última interpretación: "No se ha dado el caso, la ley se hace cuando se da el caso, y en esto correspondería al Congreso votar y regularla", concluye.

Por otro lado, "nadie puede decirle al rey que se marche", explica a 20minutos.es José María Velo, diplomático, experto constitucionalista y uno de los fundadores de Alianza Popular. "En todo caso sería él quien tendría que decidirlo", añade.

En el caso del fallecimiento del monarca, la Constitución no deja claro en qué momento el heredero se convertiría en el nuevo rey. "Se supone que hay un periodo de tiempo" entre la muerte del rey y la proclamación de don Felipe ante las Cortes Generales, dice Velo, pero "la Constitución actual no dice nada".

La Carta Magna tampoco tiene en cuenta bajo ninguna circunstancia que el monarca pudiera quedar impedido de manera temporal y que el príncipe pudiera gobernar en funciones durante ese periodo. La reina Sofía, por su parte "no podrá asumir funciones constitucionales" por ser la reina consorte.

La Constitución deja la puerta abierta a que don Felipe entre a ejercer directamente la regencia "si el rey se inhabilitare para el ejercicio de su autoridad y la imposibilidad fuere reconocida por las Cortes Generales". Sin embargo, no especifica qué tipo de inhabilitación o impedimento tendría que producirse para que don Felipe llegase a rey.

Es un caso improbable que la Constitución recoge, aunque de manera ambigua. "Extinguidas todas las líneas llamadas en Derecho, las Cortes Generales proveerán a la sucesión en la Corona en la forma que más convenga a los intereses de España", dice en el artículo 57.3.

Más adelante, el artículo 59.3, expresa lo siguiente: "Si no hubiere ninguna persona a quien corresponda la Regencia, esta será nombrada por las Cortes Generales, y se compondrá de una, tres o cinco personas".

Pese a haber pasado en los últimos años varias veces por quirófano —cuando no ha sido un pie ha sido una rodilla o la cadera después del accidente en Botsuana—, el monarca insiste en seguir al frente de su institución. Frases como "estoy divinamente" —pronunciado en la Pascua Militar— o "estoy en buena forma, con energía e ilusión"  —en una entrevista a TVE—, descartan de momento su abdicación, como sí anunció recientemente la reina Beatriz I de los Países Bajos.

Para Velo, "es el momento en que el rey tiene que cumplir con la Constitución y moderar de una manera más abierta y sobre todo más comunicativa. Dice las cosas, pero dentro de un contexto que al día siguiente la gente ya olvida".

Oficialmente, la Casa Real guarda silencio: "No hay nada que decir en este asunto", han manifestado a 20minutos.es.

No. Ningún presidente en la historia de la democracia española ha llegado a plantear este asunto. El que más se acercó fue Zapatero, pero cuando todavía no era presidente. En 2003 propuso en su programa electoral una reforma constitucional que reconociera la igualdad de sexos en la sucesión de la Corona, pero esta iniciativa que se quedó en punto muerto cuando llegó al poder. "No se ha hecho porque no les ha interesado a ninguno de los partidos que han gobernado", asegura Velo.

Dentro de esta reforma uno de los puntos principales sería cambiar el apartado que da preferencia al hombre sobre la mujer como heredero al trono. "El hombre no tiene por qué estar por delante de la mujer en nada. Eso lo tienen que modificar, no coincide con la legislación vigente, donde la igualdad sí existe", manifiesta Velo.

¿Por qué no se hizo antes? "En su momento, la Corona no quiso que se hiciera nada. Ahora, si meten mano al tema, no habría problema aparente porque el príncipe solo tiene hijas", responde Velo. Y prosigue: "Si tuviera un hijo, conforme a la Constitución, ese hijo estaría por delante de las infantas —Leonor y Sofía— y contradecería la legislación actual que habla de igualdad de sexos".