Un estudio realizado por el Grupo de Investigación en Economía Pública de la Universidad de Cantabria (UC) concluye que el volumen de economía sumergida se ha venido incrementando en estos últimos años y en 2012 superó ya el 24 por ciento del PIB (Producto Interior Bruto) regional, alcanzando una cifra superior a los 3.200 millones de euros.

Titulado 'Una aproximación a la magnitud de la economía sumergida en Cantabria (2009-2012)', el estudio estima que el incremento anual en el volumen de economía sumergida fue del 6,30 por ciento de 2011 a 2012. Una situación que "tiene claros efectos perniciosos sobre la equidad, eficiencia y competitividad regional", apunta.

El informe, sobre el que ha informado en un comunicado el profesor titular de Economía y Responsable del Grupo de I+D+I en Economía Pública de la UC, David Cantarero, indica que la economía "no regular" utiliza primordialmente el dinero en efectivo y "no ha parado de crecer" en la región en los años considerados en este estudio (de 21,66 por ciento en el 2009 al 24,38 por ciento en el 2012).

Eso supone que el volumen de economía regional "en la sombra" habría alcanzado el pasado año una magnitud de 3.269 millones de euros (una cifra superior a los presupuestos de Cantabria para ese año que supusieron unos 2.440 millones de euros, puntualiza), teniendo en cuenta tanto a personas que realizan su actividad laboral al margen de la economía oficial, como que algunas de ellas trabajasen tanto en la economía sumergida como en la oficial o real.

Según el informe, una hipotética reducción de unos 6 puntos del PIB en economía sumergida (es decir, del actual 24,4% del PIB regional "sumergido" al 18,3%, que es la media habitual de los 39 países más desarrollados del mundo) supondría obtener así una recaudación tributaria adicional para Cantabria de unos 793 millones de euros y podría hacer bajar la presión fiscal media unos 8,55 puntos porcentuales.

Sobre las causas del incremento de la economía "en la sombra", el Grupo de Investigación en Economía Pública de la UC estima que la cifra final de economía sumergida en Cantabria en el año 2012 se debería en un 26,3 por ciento a la "elevada" presión fiscal, un 30,9 por ciento al alto desempleo, un 22,7 por ciento a la caída del autoempleo y un 20,1 por ciento a "un elemento residual pero significativo, como es la falta de ética fiscal y a la excesiva regulación económica y del mercado laboral".

El informe muestra que es posible una reducción de la economía sumergida regional con planes y medidas "concretas" de lucha contra el fraude fiscal, aunque sus efectos "no serían en ningún caso inmediatos sino que se percibirían a medio y largo plazo". Para ello, dice, "se precisa actualizar periódicamente la magnitud, determinantes e impacto de la economía sumergida con estudios científicos similares a éste".

Por tanto, para los investigadores de la UC, el "principal reto pendiente" consiste en trasladar dichas actividades de la economía sumergida a la economía oficial, de tal forma que los bienes y servicios se sigan produciendo y provisionando, pero que sea el sector público el que obtenga esa recaudación adicional que ahora "se le escapa", pero que es necesaria vía impuestos y cotizaciones sociales para financiar los servicios públicos que garantizan nuestro bienestar.