La danza de Lisarco, vehículo de comunicación para los músicos de la OSCyL en su trabajo con el mundo de la discapacidad

Cerca de 15 intérpretes participan en un taller de fomento de la creatividad con el movimiento corporal y el contacto como protagonistas
Miembros de la OSCyL y de Lisarco en una de las acciones del taller
Miembros de la OSCyL y de Lisarco en una de las acciones del taller
EUROPA PRESS
Miembros de la OSCyL y de Lisarco en una de las acciones del taller

La danza de la compañía Lisarco se ha convertido, este fin de semana, en vehículo de comunicación para los músicos de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León (OSCyL) que, en los últimos tiempos, trabajan de manera directa con el mundo de la discapacidad.

Cuatro personas de la compañía, que reúne a personas con y sin discapacidad, arropados por Vicente Galaso, de la Fundación SaludArte, se han desplazado el fin de semana a Valladolid para, a través de la práctica, aportar claves a los músicos centradas en la motivación de su creatividad para dar solución a las dificultades que en ocasiones se les presentan durante sus talleres.

Las diferentes maneras en que las personas de Asprona o Aspace, por ejemplo, perciben las cosas, en función de sus distintas dificultades, ha sido uno de los temas abordados en el taller principal, celebrado este domingo y en el que cerca de 15 músicos de la Orquesta se han puesto en manos de Guiomar, Aiala, Marta y Marcos, de Lisarco Danza.

La libertad de movimientos conducía, inexorablementre, a la creatividad que tanto pupilos como maestros han desplegado a lo largo de casi cuatro horas que han comenzado con la tradicional bienvenida (presentación, rotura de hielo, espontaneidad...) para, a continuación, dar paso al calentamiento, una dinámica espacial consistente en desplazamientos por la sala aderezados con seguimientos, parones, cambios de velocidad, agrupamientos o contacto de dos partes del cuerpo.

Tras cumplir la misión de calentar pero, además, de conocer y controlar el uso del espacio, establecer relaciones con los compañeros y responder a estímulos externos, todo de manera improvisada, han abordado prácticas vinculadas a la conciencia del cuerpo y la visualización para desembocar en el culmen: la exploración de las posibilidades físicas y mecánicas del cuerpo, el fomento del contacto y de las relaciones de cooperación y el desarrollo de la creatividad.

"No les damos la clave sino que les motivamos para que activen su creatividad y para demostrar que hay muchas maneras de dar las pautas", explica Guiomar Campos, quien asegura que los músicos disponen de sus propias herramientas de comunicación aunque la danza constituye un elemento "más" que luego se puede transmitir.

Música y baile mañana en aspace

La inclusión de todos los estímulos (visual, contacto físico, sonoro...) es necesaria a la hora de abordar la comunicación con los colectivos vinculados a la discapacidad, tal y como lo podrán demostrar este lunes en el taller que, los músicos habituales de Aspace, impartirán en compañía de los chicos de Lisarco.

Entre los maestros de la formación realizada este fin de semana se encuentran Marta y Marcos, dos bailarines con síndrome de Down que, ya experimentados en estas lides, disfrutan de la música y comparten sensaciones y práctica con sus pupilos, que al final de la sesión reconocían la importancia y el gran interés que estas iniciativas tienen para ellos, al margen de si mantienen o no relación con colectivos de personas con discapacidad.

"Desde que estoy en Lisarco he cambiado", reconoce Marta, quien a sus 25 años transmite, con gran claridad, su deseo de estar activa y de libertad, la que le da la danza, la que ella enseña a discapacitados, quienes necesitan de mucho trabajo por su parte hasta conseguir el objetivo perseguido: que el baile, el movimiento, se convierta en un nuevo vehículo de expresión.

Galaso es ya experto en el trabajo con la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, con la que ha trabajado desde el modo de acercarse y relacionarse a las diferentes poblaciones hasta la improvisación, pasando por este taller sobre el manejo del lenguaje corporal, demandado en por los chelistas Montse Aldomá, Fritz Driessen, Marie Delbousquet y Jordi Creus que, de manera regular, trabajan con Aspace.

El objetivo, según el experto, radica en conocer y convertir el cuerpo en herramienta comunicativa para personas, precisamente, con problemas de comunicación aunque el fin tanto de esta iniciativa, de la que han salido interesantes propuestas para mejorar las acciones sociales que llevan a cabo los músicos de la OSCyL, como del resto de las que auspicia la Fundación SaludArte tienen una única misión: demostrar que las artes tienen el don de situar a las personas, todas, en la sociedad.

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