El Albaicín se echa a la calle para exigir seguridad

Los vecinos se manifestan ante la ola de atracos que azota al barrio. Piden más presencia policial y culpan a las autoridades del deterioro de la zona.
Los vecinos iniciaron la manifestación en la calle Zenete tras la lectura de un manifesto. (Torres)
Los vecinos iniciaron la manifestación en la calle Zenete tras la lectura de un manifesto. (Torres)
Los vecinos iniciaron la manifestación en la calle Zenete tras la lectura de un manifesto. (Torres)
«No estamos dispuestos a que nos echen del barrio ni a dejarnos matar en nuestras calles». Con estas palabras el presidente de la asociación de vecinos del Albaicín, Manuel Navarro, expresaba el sentir de las cerca de cuatrocientas personas que ayer se  manifestaron exigiendo más seguridad en la zona.

La ola de atracos y robos que azota al Albaicín en los últimos meses ha colmado la paciencia de los vecinos. «Todos los días hay dos o tres agresiones y a la Policía ni la vemos». A Rosario Díaz la han atracado tres veces en una semana. «La primera con unas tijeras a las cuatro de la tarde en la calle Zenete, la segunda en la cuesta de La Alhacaba a las nueve de la mañana y la tercera en San de los Reyes por la noche».

Parque temático

«Estamos acojonados, pero no van a conseguir que esto se convierta en un parque temático para turistas», afirma Miguel Artiles, un joven de 30 años que se crió en el barrio y que se ha comprado un pequeño apartamento en la zona de la placeta Carvajales.

Las puñaladas que dos delincuentes asestaron a Sofía hace unas semanas y que casi terminan con la vida de esta joven del barrio ha sido la chispa que ha encendido la ira de los vecinos.

Calles mal iluminadas y la escasa presencia policial han convertido al Albaicín en una ratonera donde los ladrones hacen caja. «Y no somos nosotros los que nos cargamos el barrio denunciando esta situación, son ellos (las autoridades), los que, teniendo los medios, permiten que esto siga ocurriendo», dice Navarro.

«Hay que actuar y no quedarnos callados»

Josefa Guillén 65 años. Jubilada. «Me atracaron en la cuesta de San Gregorio a plena luz del día y me destrozaron la cara. Fueron dos muchachos y al darme un empujón para quitarme lo que llevaba caí rodando por las escaleras y estuve varios días en el hospital. Tengo miedo porque esto pasa a diario».

Matías Staudt 40 años. Traductor «Me atracaron a las once de la mañana armados con una navaja y en mi casa han entrado a robar tres veces en un año. Las autoridades no nos hacen caso y muchos vecinos están resignados, pero hay que exigir soluciones y no abandonar el barrio a su suerte porque es precioso».

Rosa Aguilar 67 años. Jubilada «Afortunadamente no me ha pasado nada, pero desde mi casa veo todos los días varios robos. El último fue a dos chicas extranjeras y salí corriendo detrás de los ladrones pero, claro, ellos tienen mejores piernas y menos edad. Hay que actuar y no quedarnos callados. No se puede tener miedo».

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