El portavoz municipal del BNG en Santiago, Rubén Cela, ha manifestado que siente "asco" y "vergüenza" por la situación que vive el Ayuntamiento con la doble imputación del alcalde, Ángel Currás, y ha reclamado la "dimisión inmediata" del regidor.

En declaraciones a los medios tras participar en una reunión del Consorcio compostelano, y después de trascender la nueva imputación al alcalde de Santiago por un supuesto delito de prevaricación y acoso moral, Rubén Cela ha considerado que es la "gota que colma el vaso de la paciencia" de los vecinos de la capital gallega.

"Si se confirma esta segunda imputación, estamos ante un hecho gravísimo, sin precedentes, y que a mí, desde luego, lo único que me produce es asco y una profunda vergüenza de lo que estamos viviendo y padeciendo en Santiago de Compostela", ha manifestado el dirigente nacionalista, quien ha advertido de que la dirección del Partido Popular está "amparando" que Ángel Currás siga al frente de la Alcaldía.

"Cada día que siga en la Alcaldía sin dimitir, además de ser primera instancia responsabilidad del señor Currás, también es del señor Feijóo y la dirección autonómica. Son cómplices de lo que pasó, de lo que está pasando, y de lo que pueda pasar", ha advertido Rubén Cela, quien ha considerado que es "normal" que la ciudadanía compostelana hoy sienta "auténtica desesperación y desconfianza de sus responsables públicos".

Rubén Cela ha juzgado que "el señor Conde Roa dejó el listón del mal hacer muy alto al señor Currás". "Desde luego, lo está superando con creces y en tiempo récord", ha considerado antes de recordar que Currás "sólo hace nueve meses que está en la Alcaldía".

"Tenemos una situación esperpéntica", ha remarcado, al recordar que además de la doble imputación de Currás, también están imputados una concejala en el marco de la Operación Pokémon y otro concejal, Albino Vázquez, en este nuevo caso que parte de una denuncia de un policía local.

Concentración con escobas ante raxoi

Ante esta situación, el consello local del BNG, reunido este martes, ha decidido convocar una concentración ante el Pazo de Raxoi coincidiendo con el pleno extraordinario que tendrá lugar el próximo jueves, día 31, y a la que invita a al ciudadanía a acudir con escobas para, de forma simbólica, "limpiar lo que otros no quieren limpiar".

"Vamos a hacerlo así. Una forma de visualizar que la ciudadanía va a ir a limpiar lo que otros ensucian y no están dispuestos a reconocer", ha explicado el dirigente nacionalista local, quien ha insistido en que "no hay otra salida más que la dimisión".

Asimismo, y ante lo que consideran "aferrarse al puesto de forma irresponsable", el BNG promoverá un "referendo simbólico" en el mes de febrero para que la ciudadanía "opine" y diga al alcalde "lo que parece que no quiere oír pero que es un clamor popular".

Por otro lado, como había avanzado la pasada semana, Rubén Cela ha asegurado que el BNG "no descarta" una moción de censura "ni otro tipo de medidas". En este sentido, se ha referido a la petición, por parte de ciudadanos o formaciones políticas sin representación en Raxoi, para que se disuelva la corporación municipal y se convoquen elecciones, y ha asegurado que lo "comprenden", aunque consideran que ahora "no es la medida apropiada".

"Pero lo comprendemos. Comprendemos que la gente esté 'hasta aquí'", ha subrayado Cela, quien ha insistido en que "lo primero que tiene que ocurrir es la dimisión de Currás". "A partir de ahí, veremos lo que ocurre, porque a día de hoy esto ya es un cachondeo", ha apostillado el portavoz local del Bloque, quien ha lamentado que se esté dañando la imagen de la capital gallega, al respecto de lo que ha puesto como ejemplo un reportaje del 'New York Times' sobre la corrupción en España en la que sale citado el caso compostelano.