Yair Lapid, el adalid y defensor de las clases medias israelíes

El líder del partido israelí Yesh Atid, Yasir Laid
El líder del partido israelí Yesh Atid, Yasir Laid
EFE
El líder del partido israelí Yesh Atid, Yasir Laid

Yair Lapid, dirigente del partido Yesh Atid (Hay futuro), ha tirado abajo todos los pronósticos y ha obtenido el segundo puesto en las elecciones celebradas este martes en Israel gracias al voto de la clase media, convirtíendose así en pieza clave para la formación de gobierno en Israel y dejando al partido Laborista como tercera fuerza del país.

Pero ¿quién es Yair Lapid? Nacido en 1963, Lapid era, hasta su irrupción en política, el periodista más famoso y carismático de la televisión, llegando a ser considerado por muchos israelíes como símbolo del Israel laico, moderno e intelectual.

El ya ex periodista, se ha fijado como objetivo fortalecer la debilitada clase media, la única capaz de garantizar la continuidad de Israel como Estado. Israel, ha comentado, "no pertenece a los grupos de interés, ni a los lobistas, ni a las grandes fortunas" y defiende la urgente necesidad de "generar un cambio".

Israel "pertenece a la clase media", afirmó después de haber hecho pública, voluntariamente, su contabilidad privada. Un acto con el que denunció la injusticia de que su abultado sueldo como presentador de noticias en el Canal 2 y como columnista del diario Yediot Aharonot aportaran menos a las arcas públicas que las de un simple empleado con el sueldo promedio, gracias a los consejos de su contable y a la legislación vigente.

Así, el líder de Yesh Atid tiene una clara agenda contra la creciente influencia de los ultraortodoxos, que ni prestan el servicio militar ni aportan a la hacienda pública por dedicar su vida al estudio de la Torá.

Su ideología y el problema palestino

Sin una ideología muy definida, Lapid se muestra a favor de la creación de un Estado palestino y el desmantelamiento de determinadas clonias de Cisjordania pero, como la mayoría del país, no se hace ilusiones. “La izquierda y derecha insisten en ignorar que este conflicto no tiene una solución definitiva. Ni con la paz ni con la guerra. Los palestinos no se irán de aquí como desearía la derecha ni se van a convertir en vecinos noruegos como espera la izquierda”.

Conciliador desde la pequeña pantalla, en la que acumuló una fama que se ha traducido en cuantiosos votos, Lapid representa la síntesis más genuina del votante israelí de centro: aquel sionista que no sueña con una paz idílica con sus vecinos pero que tampoco elude la compleja realidad en la región.

"Los palestinos son una realidad y quizás no nos gustan, o nosotros no les gustamos a ellos, pero es la realidad en la que vivimos hoy. El argumento de Netanyahu de que 'no tenemos un socio' es tratar de escapar de esa realidad", declaró Lapid sobre el problema palestino.

A la vez, y para no quemar los puentes con el movimiento colonizador judío, presentó su programa político para estas elecciones en el asentamiento de Ariel, uno de los que Israel aspira a anexionarse en un eventual acuerdo de paz.

De periodista a candidato a primer minstro

Temido por las demás fuerzas políticas, se llegó a promover un ley, llamada oficiosamente "Ley Lapid", que exigía a los periodistas un periodo de seis meses a un año antes de sumarse a la política.

Con los 19 escaños cosechados en las elecciones, Lapid podrá ocupar uno de los cargos más destacados en el próximo gobierno israelí si decide dar su apoyo a Benjamín Netanyahu, vencedor de los comicios al frente de la lista de derecha Likud Beitenu.

Y aunque es muy improbable, por el contenido de su programa político, podría verse también al frente del gobierno si consiguiera reunir bajo un mismo techo a todos los partidos de centro, de la izquierda y a los ultraortodoxos.

Sin embargo, para comprender mejor la figura del líder de Yesh Atid, hay que conocer quiénes fueron sus padres. Es hijo de una novelista luchadora feminista y del que fue uno de los periodistas y políticos más polémicos. Su padre, el fallecido Tomy Lapid, también periodista y que a los 68 años llevó al partido anticlerical Shinui al centro de la escena política nacional entre 1999 y 2006.

Pero a diferencia de su mentor, que se ganó el rechazo de muchos israelíes por sus radicales posturas contra la religión, Lapid ha introducido en su lista de candidatos -elegida a dedo por una comisión presidida por él mismo- a reconocidos expertos en estudios judíos y a religiosos progresistas.

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