Un 79% de delegados del congreso de CCOO-A apoyan el informe general de Carbonero, que será reelegido este martes

Un 79 por ciento de los delegados que votaron en el XI Congreso de CCOO-A lo hicieron a favor del informe general definitivo el secretario general del sindicato, Francisco Carbonero, esto es, un 79 por ciento de votos a favor, frente a 18 por ciento de votos en contra y un tres por ciento de abstención, según indicaron a Europa Press fuentes del sindicato, que recordaron que esta tarde tendrá lugar la votación donde casi con total seguridad saldrá reelegido Carbonero al frente de la central en Andalucía.

Un 79 por ciento de los delegados que votaron en el XI Congreso de CCOO-A lo hicieron a favor del informe general definitivo el secretario general del sindicato, Francisco Carbonero, esto es, un 79 por ciento de votos a favor, frente a 18 por ciento de votos en contra y un tres por ciento de abstención, según indicaron a Europa Press fuentes del sindicato, que recordaron que esta tarde tendrá lugar la votación donde casi con total seguridad saldrá reelegido Carbonero al frente de la central en Andalucía.

En el informe general definitivo, Carbonero hizo una defensa de la beligerancia del sindicato, de forma que, según ha asegurado, en su relación con la Junta, de forma que rechaza que el sindicato sea "laxo" en sus peticiones en la Concertación Social, tras lo que asegura que la Junta "se ha quedado corto en las expectativas que esperamos de ella", a pesar de que "la derecha no gobierna Andalucía en parte porque los sindicatos pusieron barreras infranqueables con las movilizaciones".

Carbonero, quien ha agradecido la participación de dirigentes del sindicato que ya no estarán en la dirección, así como las participaciones y enmiendas presentadas al informe inicial, ha indicado en su resumen que este informe general "no es el del secretario general ni de la comisión ejecutiva, no es una cuestión personal, sino que es el informe de gestión y de la actividad de miles de compañeros y de los más de 170.000 afiliados en Andalucía".

Tras asumir como secretario general los errores que haya podido cometer la central, Carbonero reconoce, no obstante, que el sindicato "ha hecho buen trabajo", y ha criticado la actitud del Gobierno central hacia el sindicato "con multas a sindicalistas que llegan a al escandalera" y ha justificado las diversas huelgas generales y movilizaciones celebradas "imprescindibles para contrarrestar las agresiones".

Carbonero ha criticado la externalización de servicios, la falta de infraestructuras o la falta de políticas de igualdad de género; ha criticado la "impunidad" en casos como la A-7 donde fallecieron seis obreros; o la pasividad del Banco de España en casos como las preferentes, además de apuntar la necesidad de reforzar asuntos de cooperación, la formación sindical o reivindicar cuestiones como "un Plan Renove para la madera ante la crisis del sector inmobiliario".

"cosquis a la junta"

No obstante, ha rechazado que las críticas sobre la actitud del sindicato en el diálogo social en Andalucía, algo criticado por algunos sectores críticos, quienes consideraban que los Acuerdos de Concertación Social suponían "retroceder los derechos de los trabajadores", algo que Carbonero considera "un insulto a tanta gente", por lo que ha pedido ser "sensatos y respetuosos".

En ese sentido, Carbonero deja claro que CCOO-A "no es laxo en las críticas al Gobierno andaluz", y ha dejado claro que el sindicato "es quien más 'cosquis' da a la Junta y más se moviliza".

Así, lamenta la "tibieza" de la Junta en la reivindicaciones ante el Gobierno central para que cambie algunas políticas en materia de financiación, educación o sanidad, de forma que ha anunciado que está dispuesto a, cuando acabe el congreso, "montarle un pollo a la consejera de salud por su ineficacia y pasividad ante el Gobierno central".

Además, ha puesto ejemplos como la Ley del olivar andaluza, que "podría haber sido una oportunidad para un sector con capacidad de generar riqueza y empleo pero se ha quedado alicorta" o la Ley de Participación Ciudadana, sobre la que asegura "no está en contra", pero en torno a la que reclama "una Ley de Agentes Económicos y Sociales, que es la que recoge el Estatuto, y que es distinta de la Ley de Participación anunciada".

Carbonero asimismo asegura que CCOO-A como sindicato de clase "no renuncia a su bandera" y cuestiona que "las mareas verde, blanca o negra" sea movimiento obrero organizado, tras lo que insta a los afiliados a "hacer un esfuerzo para aglutinar para sumar y para crecer, es necesaria la diversidad y pluralidad, pero sin perder la identidad sindical".

Ha apuntado además la necesidad de "redoblar esfuerzos por la defensa de lo público y de los trabajadores de lo público" y considera que el sindicato "no se puede acobardar por la situación", de forma que "debemos cada mañana no solo calentarnos al cabeza sino calentarnos el corazón y se lo debemos calentar a la gente, tener brío y ganar para la movilización".

Tras reconocer "fallas" en algunas áreas a la hora de movilizar a los trabajadores, Carbonero considera que "hay que ir a la ofensiva y no ser un sindicato a demanda, sino hacer un sindicato a oferta y estar permanentemente en los centros de trabajo; las sedes sindicales deben ser meros centros logísticos, pero hay que estar en las empresas".

El dirigente sindical asegura que la derecha "nos teme y sabe de la incomodidad del movimiento obrero, que es capaz de parar la producción de este país, y nos llaman arcaicos".

Asimismo, reconoce que simpatiza con el movimiento 15M pero rechaza el discurso de "todos los políticos son iguales", de forma que "hacen falta reformas pero no podemos condenar todo", tras lo que aboga por "sumar y ser habilidosos, presentando una propuesta de integración, abriendo espacios a los jóvenes; hay que estar dispuestos a ceder en aras de la pluralidad de todo el sindicato".

Pacto por andalucía

Sobre el 'pacto por Andalucía', tras mostrar su disposición a que "estén todos", Carbonero considera que "si queremos que sirvan las cosas, no puede estar el PP en el pacto, pues el pacto debe tener elemento de reivindicación al Gobierno de España para que deje de discriminar a Andalucía y las políticas generales sean distintas, no queremos un pacto de estética sino de contenido; queremos un acuerdo que sirva".

Carbonero ha aludido a la reordenación del sector público, donde reconoce que "seguramente se habrán cometido errores, aunque no fue tan malo, visto con el tiempo" frente a la "campaña espectacular" de otros sindicatos "con el aplauso del PP", pero insiste en que CCOO-A "defiende lo público y el empleo, y no unos contra otros, como hace CSIF y sindicatos corporativos cómplices de la derecha".

Situación del sindicato y llamamiento a los críticos

Asimismo, sobre la situación del sindicato, Carbonero ha dejado claro que CCOO-A "no tiene vocación de despedir a ningún trabajador, pero no podemos gastar mas de lo que tenemos, debemos mantener estructura con nuestras cuotas y los otros serán añadidos", por lo que ha rechazado "demagogias" y pide "ser rigurosos", toda vez que "a nadie me duele más que a mi que alguien del sindicato se quede parado".

"Debemos buscar las mejores soluciones para mantener el máximo de actividad y garantizar el futuro de la organización, y ese futuro pasa por más afiliación", ha aseverado Carbonero, quien asegura que no se siente "empresario".

Por último, en referencia clara al sector crítico del sindicato, que ha presentado candidatura a la Comisión Ejecutiva, pide a todos que sean "sensatos, responsables y coherentes", rechaza "enmarañamientos ni dimes y diretes" y apuesta por la "eficacia", y considera que hablar de mayorías o minorías es un "anacronismo", toda vez que "ahora mismo no hay apenas diferencias importantes".

Carbonero, que pide "cambiar el chip" a los críticos, ha rechazado la formación de "lobbies para hacer apaños y estar presentes en los órganos de dirección, cuando no hay diferencias permanentes, puede haber matices pero en la síntesis hay coincidencias". "Hace falta relevos", ha agregado.

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