Este sistema sustituye las antiguas encuestas presenciales por cuestionarios que se rellenan a través de Internet. La evaluación tendrá dos partes: preguntas concretas sobre la labor de los profesores y un apartado abierto a los comentarios de los alumnos.

Los cuestionarios estarán colgados en la página web de la Universidad (www.unizar.es) y, aunque para entrar a este servicio  los estudiantes deberán identificarse con sus claves administrativas, todas las evaluaciones tendrán carácter anónimo.

El objetivo, según el vicerrector de Profesorado, Juan José Aguilar, es tener una información lo más rápida posible que ayude a mejorar la calidad de la docencia en los campus. «El profesorado entiende que se haga, lo ve como una necesidad y tiene en cuenta la opinión de sus estudiantes», explicó ayer.

Al final del cuatrimestre se volverá a tomar el pulso a los estudiantes convocando una nueva evaluación.  La participación en estos procesos es voluntaria, pero la Universidad confía en que las nuevas tecnologías impulsen la colaboración del alumnado.

Piden control para los ‘huesos’

Los profesores que tengan un elevado índice de suspensos serán los que peor parados salgan de las evaluaciones de los alumnos. El colectivo Estudiantes en Defensa de la Universidad (EDU) se mostró ayer muy satisfecho por el nuevo sistema y exigió a la Universidad que investigue a los docentes que acumulan cada curso más de un 40% de alumnos no aprobados porque, entre otros problemas, saturan las aulas con alumnos repetidores.