Al menos 37 extranjeros muertos y cinco desaparecidos en el ataque a la planta de gas argelina

El filipino Joseph Balmaceda, superviviente al ataque de una planta de gas argelina.
El filipino Joseph Balmaceda, superviviente al ataque de una planta de gas argelina.
EFE
El filipino Joseph Balmaceda, superviviente al ataque de una planta de gas argelina.

Al menos 37 trabajadores extranjeros de ocho nacionalidades diferentes murieron en el ataque y toma de rehenes en la planta de gas argelina de In Amenas que concluyó el sábado tras una operación militar, anunció este lunes el primer ministro de Argelia, Abdelamalek Selal.

En una rueda de prensa en Argel, Selal dijo que un ciudadano argelino murió y que todavía hay cinco trabajadores desaparecidos. En su primera comparecencia ante los medios desde el estallido de la crisis, el pasado miércoles, el primer ministro indicó que un soldado resultó herido en las operaciones y que aún no se ha podido identificar a siete de los 37 ciudadanos extranjeros fallecidos.

En la operación de rescate, lanzada por fuerzas especiales del Ejército argelino, que se prolongó desde el viernes hasta el sábado, fueron abatidos 29 terroristas y otros tres fueron capturados con vida según Selal. Entre los terroristas, 11 eran tunecinos, tres argelinos y dos canadienses, además de un número indeterminado de egipcios, mauritanos, malienses y nigerianos.

La madrugada del miércoles, un grupo fuertemente armado de terroristas asaltó el complejo de gas de In Amenas, a 1.500 kilómetros al sureste de Argel, con la intención de tomar como rehenes a varios trabajadores extranjeros para llevarlos a Mali.  Un total de 792 trabajadores fueron liberados, 107 de ellos extranjeros, durante el asalto llevado a cabo por las fuerzas especiales argelinas.

Noruega sigue sin noticias de cinco empleados

Por su parte, el gobierno de Noruega sigue este lunes sin noticias de la suerte de los cinco ciudadanos noruegos que trabajaban en la planta gasística. El primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, viajó esta jornada a la ciudad de Stavanger para visitar la central de Statoil, empresa que explota la planta de In Amenas junto con la británica BP y la estatal argelina Sonatrach, y a la que pertenecían los cinco trabajadores desaparecidos.

El presidente de la petrolera, Helge Lund, resaltó que continúan los trabajos de búsqueda de los cinco empleados, todos noruegos, pero admitió el pesimismo creciente. "No debemos perder la esperanza, pero nos tememos que los cinco que aún siguen desaparecidos hayan sido asesinados", dijo Lund.

Stoltenberg envió un mensaje de "simpatía" y "solidaridad" a los trabajadores de la compañía, que fue retransmitido en directo a cuarenta delegaciones en todo el mundo de Statoil. "Debemos seguir desarrollando proyectos, no vamos a dejar de trabajar en el extranjero. Decir que no podemos trabajar en Argelia sería ceder ante los terroristas", dijo Stoltenberg a los empleados de Statoil, compañía mixta controlada por el Estado noruego.

Un antiguo trabajador sirvió de guía en la planta

El ataque fue reivindicado por el cabecilla terrorista argelino Mojtar Belmojtar, que dijo que fue en respuesta a la intervención internacional en apoyo del Gobierno maliense contra los grupos radicales islámicos que operan en las regiones septentrionales de Mali.

Selal declaró que este grupo, que se autodenomina "Los que firman con sangre" y que pertenece a la banda salafista "La brigada de los enmascarados", llevaba preparando el asalto desde hacía dos meses y tenía un plano detallado del complejo gasístico, así como armamento pesado y sofisticado. "Según los primeros datos de los interrogatorios de los terroristas capturados con vida, los asaltantes salieron hace dos meses de la ciudad de Aguelhok, en el norte de Mali, se desplazaron a Níger, se reagruparon en Libia y después lanzaron su ataque", dijo.

Asimismo, contaban como guía con un antiguo trabajador del vasto complejo petrolífero, explotado por la argelina Sonatrach, la británica BP y la noruega Statoil.

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