El PSM-IV-ExM y Més per Menorca ha pedido este sábado la retirada del anteproyecto de la Ley de Símbolos del Govern al entender que se trata de una regulación "innecesaria", que "promueve la censura y coarta la libertad de expresión".

La coalición, que este viernes registró alegaciones al texto, ha considerado que el anteproyecto "desprecia los símbolos diferenciales de cada isla, no responde a la realidad identitaria de Baleares y tiene como objetivo principal limitar y censurar el uso de los símbolos institucionales y coartar la libertad de expresión".

En este sentido, en un comunicado, el diputado Nel Martí ha dicho que esta normativa "recuerda a la dictadura franquista", cuando las expresiones a favor de la catalanidad y especialmente a favor de la escuela en catalán eran perseguidas por la autoridad gubernativa. "La del Govern de Rafael Bosch es la versión actual de aquella época premoderna y predemocrática, y supone un viaje 40 años atrás".

Asimismo, ha considerado que la Ley de Símbolos, junto con la Ley reguladora de la convivencia escolar y de la autoridad del profesorado, supone devolver al "Estado jacobino", que pretendía resolver las diferencias eliminándolas o haciendo que fueran imperceptibles.

Concretamente, ha alegado que la legislación actual de la comunidad sobre los símbolos oficiales ya es "suficiente" y que, por tanto, "no aporta nada nuevo" sobre la preeminencia de la bandera española y "no mejora el estatus de los símbolos propios de la comunidad y de cada isla".

En este sentido, los econacionalistas aseguran que el anteproyecto "desprecia" los símbolos diferenciales de cada isla, tal y como prevé el artículo 5 dedicado al ámbito educativo, donde enuncia que "otros símbolos" que no sean los de España o Baleares tendrán que necesitar una autorización previa.

Por ello, el PSM-IV-ExM ha indicado que la normativa no responde a la realidad identitaria de Baleares porque no incorpora la 'senyera' como símbolo tradicional y representativo de la lengua y cultura catalanas propias de las islas, han opinado.

Finalmente, los soberanistas han hecho hincapié en que el anteproyecto "se esconde detrás de la regulación de los símbolos institucionales para promover la censura y coartar la libertad de expresión", concluyen.