El minibar, zona de conflicto: abusos de los unos y los otros

El minibar es un clásico de nuestro paso por un hotel, para bien y para mal. En ocasiones el precio de sus productos es excesivo –¿Siete euros por un refresco por muchas burbujas que tenga?–; pero del otro lado, también hay clientes dispuestos a aprovecharse de la buena voluntad del hotel.

Un estudio realizado por Lastminute.com indica que el 80% de los hoteleros reconoce que han tenido huéspedes que han intentado usar el minibar sin abonar la factura, aunque solo el 10% afirma que se trata de una práctica "muy común" entre sus clientes.

Un 46% de los empresarios reconoce que ha tenido que afrontar este tipo de situaciones "a veces", mientras que un 44% remarca que "rara vez" sus huéspedes intentan marcharse sin pagar u ocultar sus 'hurtos'.

Algunos pueden rellenar el minibar con botellas compradas en el súper –mucho más baratas–, pero según la encuesta, entre los trucos más usados para intentar engañar al servicio del hotel se encuentra la habitual práctica de rellenar la botella de agua mineral en el grifo, y así evitar pagarla.

No obstante, el precio del minibar en algunos hoteles también está en la senda del engaño. El informe de Lastminute compara la variación de precios de las bebidas de los minibares en los distintos hoteles españoles. Y nos encontramos con que podemos llegar a pagar siete euros por un refresco. El precio de una Coca-Cola puede oscilar entre uno y siete euros.

Tomarse una cerveza en la habitación del hotel varía desde uno a ocho euros, mientras que en el caso de las botellas pequeñas de champán los precios oscilan entre los 3,70 y los 50 euros.

A nivel mundial, la cerveza más barata se encuentra en Madrid a tan solo un euro, y la más cara en Venecia, donde hay que abonar hasta 12 euros para saciar la sed, también la ciudad italiana ofrece en sus hoteles las Coca-Colas más caras, llegando a costar 10 euros.