El fiscal de Madrid, Manuel Moix, ha destacado este viernes que las imágenes de las cámaras del Madrid Arena constatan que el recinto "no se tomó al asalto" ni que nadie se coló por alguna valla, sino que los asistentes accedieron por las entradas habilitadas por los organizadores de la fiesta.

"Ha quedado probado de manera bastante concluyente que hubo un exceso de aforo y que no hubo un control del flujo de personas dentro del recinto", ha señalado Moix tras el segundo día de visionado de las imágenes de las cámaras del Madrid Arena de las que se han obtenido, ha dicho, "datos interesantes, objetivos y que no son rebatibles".

El fiscal, que ha acudido junto con los abogados de las familias de las cinco víctimas a las dependencias de la Jefatura Superior de la Policía para acabar de ver estas imágenes, ha subrayado que no existió por parte de Diviertt, organizadora del evento, ningún control de los movimientos de personas, que accedieron de forma ordenada por los accesos habilitados.

Un aforo sobrepasado, ha añadido, que provocó una "saturación excesiva y brutal de la pista, que generó avalanchas excesivas y ocasionó finalmente la tragedia en la zona del vomitorio", donde fallecieron las cinco jóvenes.

Además, Moix ha denunciado que parece que el Madrid Arena "no era un edificio adecuado e idóneo" para celebrar un evento como el desarrollado la noche del pasado 31 de octubre.

Respecto a las imágenes en las que se ve cómo cientos de jóvenes se concentran en el exterior del recinto y hacen botellón, Moix ha dicho que resulta "indiferente" que accedieran después, entre las doce de la media noche y hasta las 4 de la madrugada a la fiesta, porque lo hicieron con su entrada y por los accesos habilitados.

Moix ha reconocido que, si bien estas imágenes no son nítidas, se aprecian cuatro coches de Policía en uno de los accesos.

Preguntado por la posible "dejación" de los agentes ante la celebración de un macrobotellón, el fiscal ha respondido que habrá que determinar si la Policía actuó correctamente y, en caso contrario, si su comportamiento tuvo alguna incidencia en la tragedia.

También y después de visionar durante más de cuatro horas y por segundo día las imágenes, Abdón Núñez, abogado la familia de Belén Langdon, una de las víctimas, ha señalado a los medios que queda probado que "no se coló por una valla ni una sola persona" en el Madrid Arena, hipótesis que ha defendido Miguel Ángel Flores, el dueño de la empresa Diviertt.

En este sentido, ha denunciado que Flores ha mentido en su primera y segunda declaración y que no ha dicho "ni una sola verdad".

Según Núñez, las imágenes también constatan que la gente entró al recinto "sin control ninguno" a partir de las 2.30 horas y que desde las 2.15 a las 3.15 horas accedieron al Madrid Arena "unas 3.000 ó 4.000 personas".

El abogado ha admitido que, aunque el botellón no fue la causa, sí que influyó, por lo que ha reiterado la petición de la acusación particular de que comparezcan ante el juez toda la concejalía de seguridad "responsables directísimos se pongan como se pongan".

Por su parte, Felipe Moreno, abogado de la familia de Rocío Oña, otra de las jóvenes fallecidas, ha asegurado que queda constatado y "cada vez está más claro" la "barbaridad" cometida por la organización de no tener medidas de evacuación suficientes.

"La pista se convirtió en un foso sin salida", ha continuado Moreno antes de añadir que la fiesta fue "un desastre organizativo a todos los niveles".

Además, ha denunciado que el aforo de 3.000 personas previsto en la pista se reducía sensiblemente ya que el escenario y las barras ocupaban un 25%, y que la única vía de escape era a través del pasillo del vomitorio donde se produjo la tragedia.