El presidente de Confebask, Miguel Ángel Lujua, ha pedido que se pongan en marcha de políticas "de relanzamiento económico desde todos los ámbitos", con el fin de hacer frente a la "constante sangría empresarial" que padece Euskadi. El presidente de la patronal vasca, además, ha lamentado la actitud "obstruccionista" de "algún sindicato" y ha destacado que hay que empezar a ver las empresas como espacios de encuentro en vez de como "campos de batalla".

Lujua, en un artículo publicado este viernes en su 'blog', recuerda que el tejido productivo de Euskadi se encuentra en una situación "alarmante".

Tal y como indica en el texto, el hecho de que la comunidad autónoma tenga en términos absolutos la cifra de desempleados "más alta de la historia" no es consecuencia "ni de que las empresas despidan por capricho, ni de la aplicación de la reforma laboral". Por el contrario, según indica, este problema se debe a la "constante sangría empresarial que todavía sigue sin ser suficientemente valorada".

El presidente de Confebask recuerda en su artículo que en los últimos cuatro años han cerrado en Euskadi "más de 6.100 empresas", un tercio de ellas solo en 2012. Estas compañías, advierte, "probablemente nunca volverán a levantarse". Además, alerta de que el tejido empresarial "que con tanto sacrificio intenta seguir, pese a todo, en activo, se sitúa únicamente en torno al 70 por ciento de su capacidad productiva".

El aumento del desempleo, explica, se debe a "la práctica desaparición del mercado como consecuencia de la recesión económica, la merma de condiciones competitivas, las dificultades financieras y la falta de expectativas a que se ha abocado a muchas empresas".

Lujua destaca que la empresa, "frente a lo que desde algunos sectores se intenta machaconamente hacer creer, no es solo el empresario, sino un grupo humano con un objetivo compartido del que depende el proyecto de vida de quienes la integran".

De las empresas, además, depende el crecimiento, el empleo, el desarrollo y "los recursos públicos que destinamos a atender nuestras necesidades básicas en infraestructuras, educación, sanidad o investigación". "Sin el motor empresarial el resto de la maquinaria económica y social se para, y estamos dolorosamente comprobándolo ahora", añade.

"PRIORIDAD"

Lujua afirma que es necesario "no perder de vista que la superación de la actual coyuntura y de sus consecuencias descansa en primer término en la capacidad de las empresas para salir adelante". Por ese motivo, destaca que "apoyar su competitividad y pervivencia", especialmente "en estos tiempos difíciles", debería ser "el objetivo clave sobre el que centrar la atención y la prioridad de todos, también desde el punto de vista sindical".

El presidente de Confebask se dirige a las organizaciones sindicales para recordarles que "sentarse siquiera a dialogar para encontrar algún punto de partida y de conexión, que seguro existe, debe ser el primer paso".

"La responsabilidad que tanto se reclama o la defensa de los derechos de los trabajadores frente a la crisis no se debilita por hablar, aunque sea discrepando; ni por intentar buscar alternativas de conjunto, salvo que lo único que importe sea mantener a ultranza una estrategia obstruccionista y miope, como la que desafortunadamente vemos en algún sindicato vasco", subraya.

De esa forma, avisa de que "desoír la realidad, desprestigiar el diálogo, rehuir por sistema el acuerdo ni construye, ni aporta, ni soluciona nada". "Las empresas son de todos: de los empresarios, pero también de los trabajadores, y sus representantes deben ser los primeros en entenderlo y hacer suyo el esfuerzo colectivo de salvar el proyecto empresarial porque en él nos encontramos y sustentamos todos", manifiesta.

El presidente de Confebask destaca que los empresarios vascos "han demostrado que incluso en esta grave tesitura el compromiso y la responsabilidad con las personas importa".

"PREOCUPANTE"

En este punto, alude a las últimas cifras conocidas sobre ERE y desempleo. El Eustat ha publicado este viernes los datos del cuarto trimestre de 2012, según los cuales el número de personas ocupadas se ha reducido en 19.400 respecto al trimestre anterior.

Lujua califica estas cifras de "muy preocupantes", pero destaca que son un "claro reflejo de cómo están de mal las cosas y de lo exhausta que se encuentra ya la capacidad de resistencia empresarial". De todas formas, señala que "a lo largo de la crisis, en el País Vasco se han presentado menos ERE de extinción que en otras comunidades", y que "en muchas compañías se hacen cada día verdaderos esfuerzos para posibilitar el mantenimiento del empleo, al mismo tiempo que el de la actividad".

El dirigente empresarial constata que la "intensidad" y duración de la crisis hacen que la continuidad de las empresas sea "cada vez más difícil", por lo que resultar "perentorio" poner en marcha "medidas de choque" y alcanzar "acuerdos de país, ya sea en el ámbito de la colaboración institucional, pública y privada, ya sea en el marco de las relaciones laborales".

"Hemos de conseguir detener este proceso ayudando a nuestras empresas a resistir, a ser más fuertes, al tiempo que generamos el caldo de cultivo necesario para que puedan surgir nuevos proyectos empresariales", continúa.

Lujua advierte de que "ya va siendo hora de que comprendamos que solo con la activación de la economía, ayudando a las empresas a que sean más competitivas, recuperaremos los niveles de actividad económica que posibiliten la recuperación del empleo perdido".

"campos de batalla"

Por ese motivo, avisa de la necesidad de "políticas e iniciativas de relanzamiento económico impulsadas desde todos los ámbitos", así como de "acuerdos que empiezan en el diálogo y surgen dando una oportunidad a la negociación".

Para ello, considera que hay que "dejar de ver las empresas como campos de reivindicación y de batalla, para comprenderlas como lugares de encuentro, entendimiento y trabajo en común". En esa línea, cree que hay que comprender que los empresarios son "personas que arriesgan, que emprenden, que crean y trabajan como el que más".