
Aunque su oferta gastronómica se basa en una interesante fusión entre las tradiciones vasca y andaluza, Egaña-Oriza, en pleno corazón sevillano, nos brinda entre sus diferentes salones un paseo por la Francia de principios de siglo XX.
Ubicado en una mansión de 1926, a dos pasitos escasos de los Reales Alcázares, el establecimiento se divide entre el célebre bar España, el restaurante Oriza, el Pequeño Oriza, el Kiosco y la Terraza.
En sus diferentes espacios encontramos una decoración que parte de múltiples y diferentes elementos del Art Nouveau (columnas y artesonados de herrería envolutada, lámparas, ventanales) y el Art Déco, como esa majestuosa vidriera de Maumejean que preside el bar España y que los propietarios del lugar, el chef José María Egaña y su mujer, Mercedes, encontraron en un mercado de París.
Egaña-Oriza ofrece así una interesante y amplísima oferta gastronómica, desde desayunos hasta copas, pasando por comidas, cenas y, claro, tapas, en un entorno tradicional y ecléctico, francés y andaluz que invita dejarse llevar por los dictados del paladar.
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