Caras largas, algún que otro despiste y varios cabreados es la estampa que representaban los pacientes que se acercaron ayer a la Fundación Hospital de Alcorcón.

Sufrieron en carne propia las consecuencias de la huelga que convocaron los más de 300 médicos y titulados superiores del centro sanitario y que, según Cesm-Madrid y Ashomyt (los sindicatos convocantes) tuvo un seguimiento de casi el 95%, y sólo de un 44,9% según la dirección del hospital.

Por culpa de la huelga de 24 horas, la primera de tres jornadas previstas (las otras dos son el 15 y el 23 de noviembre) se suspendieron 1.900 consultas de especialidades, 73 intervenciones, 423 pruebas diagnósticas y 482 más que, aunque se llevaron a cabo por los técnicos no fueron revisadas por los facultativos.

En total, 2.878 pacientes desatendidos; además, de los 12 quirófanos del hospital sólo uno estuvo en funcionamiento y otro, el de cirugía oncológica, se redujo a media jornada.

Mejoras laborales

Los médicos piden que se igualen sus condiciones laborales con las del resto de los centros madrileños, pues este hospital es de gestión privada a pesar de pertenecer a la red pública.

El alcalde de la localidad, Enrique Cascallana, respalda la reivindicación de los médicos y reclama la titularidad pública.

La dirección del centro argumenta que hizo "un esfuerzo tremendo" para evitar la huelga.

"Estamos muy cabreados"

"Vine a acompañar a mi mujer a hacerse una radiografía y ahora nos dicen que tenemos que pedir cita otra vez. Nadie nos avisó de nada. Estamos muy cabreados".

"Esto es un cachondeo padre. He venido a una revisión de próstata y no había nadie en la consulta. Me han dicho que me mandarán una carta o me llamarán. Espero que no sea muy tarde".

"En las urgencias no se ha notado la huelga. Estoy esperando a mi suegra, que tiene 92 años. Desde ayer estamos por aquí. Yo creo que el sistema sanitario era malo, lo es y va a seguir siéndolo".