Un testaferro del Duque en Suiza asegura que en su trayectoria ha evitado a "políticos y criminales"

Robert Cockx, quien fue imputado tras declarar la primera vez como testigo, niega conocer al marido de la Infanta Cristina

Robert Cockx, presunto testaferro en Suiza del Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, aseguró en la declaración que prestó como imputado ante la Fiscalía que en su trayectoria como impulsor de nuevas empresas para terceros clientes ha evitado tratar "con políticos y criminales", asegurando no conocer al marido de la Infanta Cristina como tampoco al colaborador de éste José María Treviño.

Durante su interrogatorio en dependencias policiales de Madrid, a cuya transcripción, que estaba bajo secreto, ha tenido acceso Europa Press, el encausado -quien habría mediado en favor de Urdangarin con Inversiones Financieras Aguas de Valencia (AGVAL) para que el Duque pudiese cobrar 375.000 euros por servicios de búsqueda de inversores que finalmente no fructificaron- precisó que tiene en su haber unas 50 sociedades constituidas, si bien sostuvo que no utilizó ninguna de ellas en beneficio del Duque.

Una explicación que ofreció en una segunda comparecencia ante los investigadores, puesto que en su primera declaración, en aquel caso como testigo, el fiscal Pedro Horrach le achacó una "falta de una explicación mínimamente coherente" sobre su presunta relación con Urdangarin, de lo que podían derivarse indicios de colaboración en un delito de blanqueo de capitales. Tras ello, Cockx pasó a ostentar la condición de imputado.

Y es que según el Ministerio Público, el Duque de Palma, tras ponerse en contacto con el presidente de AGVAL, Eugenio Calabuig, para ofrecerle sus servicios a cambio de 125.000 euros trimestrales, empleó los servicios de Cockx a efectos de mantener la opacidad de la operación. Para ello, el supuesto testafferro cedió una empresa fiduciaria de su propiedad, Alternative General Services, domiciliada en Irlanda y cuya cuenta corriente estaba radicada en Laussane (Suiza).

No obstante, ya en su deposición como encausado, el propio Cockx aseveró que fue el asesor fiscal Javier Jiménez quien le pidió utilizar la cuenta en Suiza de su sociedad para un negocio con Calabuig, reconociendo así que en esta operación sí actuó como "hombre de paja" al no haber conocido ni "visto nunca" al responsable de AGVAL. Pero negando en todo momento conocer a Urdangarin y a Treviño.

Según explicó, en la cuenta de su empresa en Suiza recibió los 375.000 euros procedentes de Aguas de Valencia, dinero que transfirió, por orden de Jimñenez, a otra cuenta de ese país, quedándose con un 5 por ciento de comisión -18.750 euros- por ceder su sociedad.

Urdangarin no quería figurar en la operación con agval

Contra estas justificaciones, la Fiscalía postula que el contrato con Calabuig fue suscrito formalmente por Cockx para evitar que Urdangarin y Treviño figurasen en la operación. Tras ello, el supuesto testaferro, por orden del Duque de Palma y su colaborador, cobró tres facturas de AGVAL por un importe global de 375.000 euros.

Cantidad que, tras descontar su 5 por ciento, Cockx traspasó a otra cuenta del país suizo perteneciente a la empresa Star Opcions, propiedad de Treviño. De este modo, desde la cuenta del colaborador del marido de la Infanta Cristina finalmente se realizó otra transferencia, por importe de 140.000 euros, para el pago de los servicios del propio Urdangarin.

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