La Fiscalía pide un total de 22 años de prisión para J.A.M.C, procesado por un delito de favorecimiento de la inmigración ilegal con el fin de la explotación sexual a una inmigrante, así como por un delito de determinación coactiva al mantenimiento en la prostitución, un delito de abusos sexuales y una falta de lesiones.

El acusado se sentará en el banquillo el miércoles día 16 a partir de las 10,30 horas en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial. Por su parte, la víctima ha pasado a ser una testigo protegido.

Según reza el escrito de calificación de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Europa Press, el Ministerio público solicita para el acusado 22 años y seis meses de condena por delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal con fines de explotación sexual (12 años), determinación coactiva de mantenimiento en la prostitución (tres años) y el pago de una multa de 3.240 euros, abusos sexuales (siete años y seis meses) y una falta de lesiones.

Además, destaca que en concepto de responsabilidad civil el procesado debe indemnizar a la testigo protegido con 12.000 euros por los perjuicios morales.

Así, el presunto proxeneta entabló en el país de origen de la joven contacto con la misma y le propuso venir a España "haciéndose cargo el acusado de todos los gastos y con la condición de que ésta le debía devolver la cantidad de 4.000 euros".

De este modo, hizo llegar a la joven 1.000 dólares y un billete de avión con destino a España. Una vez en el territorio nacional, ésta se alojó en casa de unos familiares en Madrid, pero el acusado dio con su teléfono móvil y le reclamaba el dinero de la deuda "sugiriéndole que se prostituyera". Por su parte, la víctima comenzó a trabajar de empleada de hogar y en otras tareas domésticas e hizo frente a sus pagos "hasta que sólo debía 700 euros".

No obstante, posteriormente comenzó a trabajar de recepcionista en un piso donde se ejercía la prostitución y el acusado dio con ella "le proporcionó drogas, estuvo con ella tres días en el piso, después de los cuales necesitó asistencia hospitalaria". Por estos hechos hay abierta otra causa en los juzgados de Madrid.

Tras estar en Madrid, la víctima llegó a Huelva donde comenzó a trabajar en un club de alterne, y "con una periodicidad casi diaria", J.A.M.C le reclamaba que "le hiciera entrega del dinero que hubiera ganado coaccionándola para que se siguiera prostituyendo e incluso obligándola después de terminar sus actividades en el club de alterne a ir a una discoteca, donde el acusado la despojaba del dinero que llevaba". Así las cosas, un día "la sacó de ese local a la fuerza, la llevó a un hostal, donde le proporcionó drogas y mantuvo relaciones con ella sin su consentimiento".

Finalmente, en el escrito consideran que J.A.M.C en su piso causó varias lesiones a la víctima, la cual no pudo ser reconocida por el médico forense puesto que al ser una testigo protegida dejó la provincia y fue trasladada a otro lugar.