El Gobierno de Cantabria pondrá a la venta a lo largo de este año la parcela de la antigua Universidad Pontificia de Comillas en la que estaba previsto construir 40 apartamentos para la dirección y el profesorado del fallido proyecto de Colegios del Mundo Unido.

Así lo ha señalado este viernes el presidente de Cantabria y a su vez presidente del Patronato de la Fundación Comillas, Ignacio Diego, quien a preguntas de los medios de comunicación, ha reiterado que la venta de esta parcela es necesaria para obtener recursos puesto que este año "hay que empezar a pagar" las obras de rehabilitación de la mitad del Seminario Mayor y los trabajos realizados en la otra mitad para "evitar que se hunda".

"Con qué quieren que lo paguemos si no, de dónde lo sacamos", preguntó en voz alta Diego tras reprochar a la alcaldesa de Comillas y diputada del PRC, Teresa Noceda, que diga que el Gobierno está dejando que el proyecto Comillas "se desangre" cuando en su opinión, fue el anterior Gobierno, gestionado por la coalición PRC-PSOE, el que lo "hirió gravemente" al "invertir todo el dinero" en la rehabilitación de la mitad del Seminario Mayor, dejando "en absoluto abandono" la otra mitad pese al "riesgo de desplome" que presentaba.

Diego señaló que en las reuniones del Patronato, nunca ha oído a la alcaldesa de Comillas "hacer ninguna aportación en positivo". Añadió que "hasta el momento, ha sido una convidada de piedra en todas las reuniones", en las que "jamás ha dicho nada".

"La única vez que ha abierto la boca en un Patronato ha sido para intentar evitar que se pueda vender una pequeña parcela que cuando su partido gobernaba, se calificó para chalecitos, y ahora no quiere que se venda, prefiere dejar que se caiga a pedazos el edificio del Seminario Mayor, en el que ella tiene muchísima responsabilidad", afirmó el jefe del Ejecutivo.

Reforma de la estructura administrativa

Por otro lado, Diego ha confiado en que no sean necesarios más ajustes en la Fundación Comillas tras la reforma acometida en la estructura administrativa, que ha supuesto el despido de siete trabajadores.

"Con este redimensionamiento tenemos todavía gente más que suficiente", aseguró el presidente, quien subrayó que "no es posible" tener una estructura administrativa integrada "nada más y nada menos" que por 13 personas para "gestionar la formación de unas decenas de alumnos en los grados y el master".

Diego destacó además que la organización del área administrativa no era la adecuada, porque la captación de alumnos "no se puede hacer sentado en una silla y en horarios incompatibles" con los de Estados Unidos, que es "uno de los nichos fundamentales para atraer alumnado".

En este sentido, explicó que hay que "reenfocar" la organización de la estructura administrativa e introducir "más flexibilidad" para adaptar los horarios y funciones de los trabajadores a los fines que se persiguen.

"Se tiene que hacer de otra manera muy distinta y eso es lo que está diseñando la nueva directora con el apoyo del Gobierno y de los patronos de la Fundación", concluyó.