La Guardia Civil ha detenido a de dos hombres, cuyas iniciales son J.A.P.S. y J.M.L.V., por el robo de una tonelada y media de cable de cobre en diferentes puntos de Cantabria.

Los robos se cometieron entre los meses de septiembre y diciembre del pasado año en Gornazo, Villaescusa, Castañeda, Argomilla, San Román de Cayón, Barreda y Barcenilla de Piélagos.

Según ha informado la Guardia Civil en un comunicado, la investigación, incluida en el Plan Nacional contra el robo de cobre, comenzó después de que una patrulla identificara a los dos acusados la madrugada del pasado 3 de enero en la localidad de Castañeda, al resultarles sospechosos.

Se averiguó que ambos habían vendido en diferentes chatarrerías de Cantabria más de una tonelada y media de cable de cobre quemado, por lo que fueron sometidos a vigilancia, comprobándose que solían salir por la noche y volvían a altas horas de la madrugada con el vehículo que habían sido identificados.

El pasado día 5 se localizó el vehículo y se esperó a que fuera recogido por uno de los sospechosos, localizándose en el interior del mismo unos 60 kilos de cable de cobre quemado, por lo que de detuvo al hombre. El otro acusado fue detenido el mismo día en la travesía de Barreda, donde había quedado con su compañero para ir a vender el cable encontrado.

A los acusados se les imputa también dos robos con fuerza de cableado de alumbrado público en el apeadero de Feve de Gornazo; y uno en el término municipal de Villaescusa; en los enlaces de Carandía y Castañeda de la carretera nacional N-623; y en las localidades de Argomilla y San Román de Cayón.

También se les considera autores de robos con fuerza del cableado de la estación de control de calidad de las aguas de Barreda, y de la captación de aguas del Ayuntamiento de Miengo, en Barcenilla de Piélagos.

De estos hechos han resultado perjudicadas entidades públicas, tanto de la administración local como estatal.

Para evitar este tipo de robos, la Guardia Civil aconseja avisar a las Fuerzas de Seguridad cuando se observen vehículos o personas sospechosas en las proximidades de arquetas de alumbrado público, en lugares donde exista cableado de cobre, o cuando una determinada zona se quede de repente sin suministro eléctrico.