El vicepresidente de General Motors y presidente del consejo de supervisión de Opel, Steve Girsky, ha recalcado el compromiso que mantiene la compañía estadounidense con su división europea, y aseguró que la planta de Figueruelas (Zaragoza) representa un elemento "crítico" en el plan estratégico de la compañía orientado a retornar a la rentabilidad.

Girsky, en declaraciones a los medios con motivo del inicio de la producción del Adam en Eisenach, ha resaltado que la factoría zaragozana, cuya plantilla es "muy capacitada" representa una parte importante del entramado industrial de Opel, para el que la empresa ha desarrollado un plan estratégico, denominado Drive 2022, que contempla la vuelta a los 'números negros' a mediados de la década.

El plan se desplegará en tres fases diferentes y contempla varios objetivos, entre los que destacan la reducción de los costes fijos de la empresa de 500 millones de euros hasta mediados de década, principalmente mediante la mejora del 'mix' de ventas y la rebaja de costes materiales. Además, General Motors también dejará de producir automóviles en la factoría alemana de Bochum desde 2016.

La estrategia Drive 2022 contempla, a su vez, el lanzamiento entre 2012 y 2016 de 23 nuevos modelos al mercado, así como de trece nuevas motorizaciones. Además, una parte importante de este programa será el desarrollo de alianza con el consorcio francés PSA Peugeot-Citroën, que se concentra en un acuerdo logístico, así como en compras conjuntas y en tres programas de producto diferentes (Meriva, Zafira y Corsa).

En este sentido, Girsky ha apuntado que la puesta en marcha de este plan pone de manifiesto el compromiso "a largo plazo" que mantiene General Motors con Opel, que acumula 1.500 millones de pérdidas en diez años, al tiempo que señaló que esta iniciativa cuenta con el apoyo total por parte de la dirección del consorcio de Detroit (Michigan) y tiene la intención de obtener una mejora en los beneficios variables y de redimensionar los costes estructurales. "Opel no está en venta", ha añadido.

En una primera fase, la empresa reducirá costes, optimizará los gastos productivos y establecerá unos nuevos procesos de ventas y precios, mientras que en una segunda instancia se redimensionará en función de la demanda, producirá en Europa coches que actualmente se montan fuera del continente y lanzará nuevos productos. Por último, Opel aumentará su presencia en el mercado ruso, lanzará nuevos vehículos comerciales y obtendrá una utilización de sus factorías del 90%.

Caída en 2013.

Para el presente ejercicio, las estimaciones de General Motors para Europa contemplan una caída del 4% del mercado automovilístico y, en este entorno, prevén aumentar levemente su cuota de penetración e integrar sus servicios financieros. Durante 2013, la empresa continuará ajustando su capacidad productiva y aumentando las sinergias en el marco de la colaboración con PSA Peugeot-Citroën.

Girsky, que visitará durante el próximo mes de febrero la planta de General Motors en España, ha manifestado que en la actualidad el consorcio automovilístico no está estudiando la posibilidad de llevar a cabo una producción conjunta de modelos con PSA, al tiempo que ha subrayado que no hay ninguna decisión sobre la posibilidad de fabricar modelos de Chevrolet en fábricas de Opel, aunque ha dicho que, en el seno de la empresa, están analizando constantemente diferentes variables para producir los coches en los mercados en los que se venden.

El directivo estadounidense ha agregado que la previsión es que la situación en los mercados automovilísticos de España, Italia y Francia empeore durante el presente ejercicio, a pesar de medidas como el Plan PIVE, puesto en marcha por el Gobierno español, que contempla ayudas de 2.000 euros a cambio de achatarrar un vehículo antiguo, bajo unas determinadas condiciones.