La Policía Nacional detuvo el pasado día 8 a un hombre de 78 años, JM.B.F., que ha sido carterista internacional, y a una mujer de 39, MP.G.N., como presuntos autores de un delito de estafa, mediante el conocido como timo de la herencia o caridad.

Los acusados, profesionales de este tipo de delitos, han estado detenidos en numerosas ocasiones en varias ciudades españolas. En Santander fueron detenidos hace cinco años por el mismo motivo.

JM.B.F había sido carterista internacional en los años sesenta y en los ochenta pasó a dedicarse a los timos por toda la geografía nacional, teniendo en su poder un "palmarés" de cuarenta y tres detenciones y su compañera de diez, han informado fuentes policiales en un comunicado.

Según la Policía, en los últimos meses se han incrementado notablemente el número de timos en sus distintas modalidades; así, el pasado día 8 se recibió en la Jefatura la llamada de una mujer que había sido abordada en la vía pública por una pareja que, mostrándola gran cantidad de dinero, le había propuesto un trato.

Según la dijeron, habían recibido una herencia y se proponían repartir el dinero entre personas necesitadas, pero tenían prisa y buscaban por la calle a personas solventes, que se encargasen del reparto de la herencia en obras benéficas a cambio de una compensación económica.

Para acreditar su solvencia económica, la víctima debía mostrarles cierta cantidad de dinero, que era por lo que la mujer había acudido a su domicilio, para recoger la cartilla del banco y poder sacar 10.000 euros, que era la cuantía fijada.

Al llegar a su domicilio, y ante lo inusual de la propuesta, la mujer llamó a la Policía y contó lo sucedido, explicando que había quedado con la pareja en la Plaza de las Cervezas para acompañarla a la entidad bancaria.

La Policía estableció entonces un dispositivo en torno al domicilio de la mujer, que permitió pillar "in fraganti" a los acusados, que fueron detenidos después de acompañar a la victima al banco y mientras la esperaban a la salida.

Se les incautaron 845 euros y varios fajos de papel del tamaño de billetes, repartidos en diferentes bolsillos de la ropa. Los fajos estaban sujetos con una goma, y sólo el primer billete, a modo de señuelo, era auténtico, mientras que el resto eran cuartillas de papel en blanco.

La Policía de Cantabria ha advertido que, aunque siempre hay que tener cuidado con este tipo de delitos, en tiempos de "dificultades económicas" como los actuales, se incrementa la posibilidad de "ser embaucados" por individuos que son "auténticos profesionales" en las distintas modalidades de estafa.