Fundación Vicente Ferrer ve en las protestas por la violación de la joven Amanat en India la "esperanza de cambio"

La Fundación Vicente Ferrer ha afirmado, ante la violación de la joven Amanat en India, que hace falta "algo más que voluntad política para transformar la mentalidad de una sociedad paternalista que siempre ha tratado a las mujeres como ciudadanas de segunda clase" y ha señalado que, si hay "alguna esperanza de cambio es debido a las protestas "sin precedentes que han surgido de forma espontánea en todo el país".

La Fundación Vicente Ferrer ha afirmado, ante la violación de la joven Amanat en India, que hace falta "algo más que voluntad política para transformar la mentalidad de una sociedad paternalista que siempre ha tratado a las mujeres como ciudadanas de segunda clase" y ha señalado que, si hay "alguna esperanza de cambio es debido a las protestas "sin precedentes que han surgido de forma espontánea en todo el país".

En un comunicado, la Fundación ha indicado que la violación de la joven, que posteriormente falleció como consecuencia de las lesiones que le causaron seis hombres en un autobús de Delhi ha provocado, además de "furiosas" protestas, que la sociedad india haya "despertado".

A su juicio, estos hechos han puesto de relieve los problemas endémicos del crecimiento urbano, la pobreza y la violencia estructural "que están detrás de la floreciente economía del país".

La Fundación Vicente Ferrer ha recordado que, según datos registrados en 2011 de la Oficina Nacional de Registro de Crímenes, cada 20 minutos una mujer es violada en la India y que las agresiones a las mujeres se han multiplicado por 10 en los últimos 30 años. No obstante, ha alertado de que este número podría "ser muy bajo comparado con los crímenes que realmente se producen". "Una estadística nada digna para la democracia más poblada del mundo, el primer país importador de armas del mundo y con su propio programa espacial", ha añadido.

Además, ha señalado que, como respuesta a "la explosión de ira" en el país por la muerte de Amanat, el Gobierno está acelerando la reforma del código penal y esa modificación podría endurecer los castigos para las violaciones.

Sin embargo, en opinión de la presidenta de la Fundación Vicente Ferrer, Anna Ferrer, se necesita "algo más que voluntad política para transformar la mentalidad de una sociedad paternalista que siempre ha tratado a las mujeres como ciudadanas de segunda clase". "Hay muchas leyes indias que protegen los derechos de la mujer. Sin embargo, el machismo y la discriminación están muy arraigados", ha declarado.

La Fundación ha recordado que, según los datos de 2011 de las Naciones Unidas, el 49 por ciento de las mujeres indias son pobres y ha señalado que la pobreza y la falta de educación son "dos de los handicaps a los que tiene que hacer frente la India de forma inmediata".

La Fundación Vicente Ferrer, que ha señalado que los autores de la violación de la joven india proceden de comunidades rurales pobres, socialmente conservadoras y de algunas de las zonas más violentas del país, ha denunciado que los abortos selectivos en función del sexo y el feminicidio son "una práctica común". "El destino de las mujeres parece predeterminado desde el principio. Los asesinatos por honor, el bandidaje y la violencia son incluso superiores a algunas partes de África subsahariana", ha advertido.

Sin embargo, la Fundación cree que, si existe alguna esperanza de cambio es debido a las protestas "sin precedentes que han surgido de forma espontánea en todo el país".

"Podríamos decir que, generalmente, se dan dos posturas ante la injusticia: la postura de impotencia, pesimista, paralizante, y la de la solidaridad. El primer paso es tomar conciencia de por qué las cosas son como son y cómo podrían cambiarse", ha apuntado.

En este sentido, ha señalado que el Gobierno y las autoridades indias deberían comprender que "la verdadera libertad de un país, donde una parte de la población siente miedo, determina la vida política". "Por consiguiente, la verdadera libertad deja de existir", ha asegurado.

Según ha destacado, desde hace años, la India está mostrando una "incipiente" estructura capitalista y una "clara intención" de influir en el orden internacional, sin embargo existe "una alarmante" situación educativa y alimentaria de millones de personas.

"El país que alberga el Silicon Valley indio, Bangalore, es también el que concentra una cuarta parte de las personas que pasan hambre en el mundo: 300 millones de sus 1.210 millones de habitantes se encuentran en situación de inseguridad alimentaria y más del 20 por ciento de la población sufre privación alimentaria crónica. Llegados a este punto nos podemos preguntar si la solidaridad y la justicia son posibles en la India de hoy. Si la transformación social que se debe alcanzar es posible o tan sólo se trata de una utopía más", ha agregado.

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