Jugar con pantallas pequeñas puede dañar la vista de los niños, según un experto

  • Provoca que su sistema visual se adapte ese fuerte ángulo de visión y esté al máximo de acomodación.
  • Las pantallas más grandes situadas a unos tres metros, sin embargo, favorecen los movimientos esqueléticos en coordinación con el sistema visual.
  • "Es muy positivo, pero también jugar al fútbol, baloncesto u otro deporte", sostienen desde el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia.
Una consola de pantalla pequeña.
Una consola de pantalla pequeña.
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Una consola de pantalla pequeña.

El presidente del Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia, Eduardo Eiroa, aconseja que los niños no jueguen más de media hora al día con videoconsolas de 5 o 6 pulgadas a 20 centímetros de los ojos, a veces incluso a menos distancia, para evitar que sufran anomalías visuales.

En estas fechas muchos niños recibirán pequeños dispositivos para jugar como videoconsolas y videojuegos, que favorecen la concentración, la agudeza visual y la lateralidad, así como los reflejos, explica Eiroa en una entrevista.

"Esto es muy bueno de cara al futuro de los niños —argumenta— porque cuando realicen actividades como conducir un automóvil o manejar máquinas complicadas les va a venir bien que su sistema visual tenga esas características".

Sin embargo, los niños cuentan con gran plasticidad en su sistema visual y se adaptan a las circunstancias y al medio en el que se desarrollan, por lo que si pasan mucho tiempo trabajando con una pantalla muy reducida su sistema "va a estar a tope de acomodación".

El ángulo de visión

"No es positivo que se pasen más de media hora al día con una micropantalla a veinte centímetros o menos", sostiene el experto, que alerta de posibles anomalías visuales, como la miopía si además la postura no es la más ergonómica, "porque ven la pantalla con un ángulo muy fuerte, más cerca de un ojo que de otro".

En su opinión, es necesario tener en cuenta estas circunstancias a la hora de utilizar estos juguetes y adoptar las debidas precauciones.

Por el contrario, las pantallas más grandes, situadas a unos tres metros aproximadamente, no tienen "estos efectos tan negativos" y juegos como la Wii, en los que la distancia de la pantalla es mayor, favorecen los movimientos esqueléticos en coordinación con el sistema visual.

"Es muy positivo, pero también jugar al fútbol, baloncesto u otro deporte", sostiene Eiroa, quien observa que muchos niños se ven hoy en día "limitados para ello por el mundo urbano en el que vivimos", en el que "jugar en la calle a veces es difícil" y tienen que entretenerse en casa.

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