Sólo dos de cada cien apuntados a Etxebide consiguen una VPO

En 2005, únicamente 2.000 de los 74.814 solicitantes recibieron un piso. Este año ya hay 1.379 candidatos más. El 47% son vizcaínos.
Hacerse con una vivienda de protección oficial (VPO) en Euskadi no es sencillo. La demanda es muy alta y la oferta, escasa. En el último año, de las 74.814 personas apuntadas a Etxebide, el Servicio Vasco de Vivienda, sólo 2.000 tuvieron la suerte de ser premiadas en el sorteo de pisos protegidos. Esto supone que sólo dos de cada cien solicitantes (2,6, exactamente) logran cada año el acceso a una vivienda más barata.

Actualmente, hay apuntadas 76.193 personas esperando que les toque una VPO en algún  sorteo. El 47% son vizcaínos. La mayoría de los solicitantes son jóvenes menores de 35 años, siendo la franja de edad de 25 a 29 la de mayor entrada. Sólo uno de cada diez demandantes supera los 45 años.

Límite, 33.100 euros

En cuanto al nivel de ingresos, el 35,4% de los que se apuntan a este servicio ganan entre 9.000 y 15.100 euros al año, siendo el límite para optar a una vivienda  33.100 euros anuales. En el Servicio Vasco de Vivienda se pueden elegir dos formas de VPO: derecho a una superficie durante un máximo de 75 años o alquiler. El 41% de los inscritos eligen la primera, por un 25% que eligen el alquiler. A un 34% no les importa cuál sea la forma, siempre que accedan a una vivienda.

A pesar de que entre 2002 y 2005 se construyeron en Euskadi unas 16.000 VPO, sólo se adjudicaron un total de 9.525 viviendas protegidas. Seis de cada diez de ellas eran en régimen de derecho a superficie y el resto, de alquiler. Álava es la única provincia donde el alquiler de VPO supera a la venta; el 58% fueron de renta.

Inscribirse en Etxebide tampoco resulta tan sencillo como podría parecer. La solicitud de inscripción consta de ocho páginas en las que hay que rellenar un sinfín de datos. Aparte de los personales, hay que especificar el lugar donde se quiere vivir, piso nuevo o usado, la familia...

«La espera se hace interminable»

Hay ocasiones en la vida de un joven en las que no se puede esperar, ni siquiera por una vivienda. Es lo que le pasó a Ruth, a pesar de que tuvo suficiente paciencia como para aguantar casi cinco años sin que la fortuna se acordara de ella. Apuntada a las listas de Etxebide desde sus 24 años, el año pasado, ya con 29 y por circunstancias de la vida, no tuvo más remedio que buscar vivienda y comprar a precio de mercado. «No se puede confiar en Etxebide, llega un momento en el que te tienes que buscar la vida», asegura. No es, ni será, un caso único en el que «la espera se hace interminable».

Mostrar comentarios

Códigos Descuento