¿Cómo funciona? Los asistentes pujan rebajando precios, esto es, se empieza con un kilo de sardinas a 30 euros y luego va bajando, con lo que muchos turistas pagan el doble de lo que vale realmente el género. Eso sí, cuando el precio cae mucho, el pescador para la puja y retira su pescado.
La Cofradía de Pescadores organiza este simpático guirigay y ofrece el pescado al mejor postor en bandejas (de pescadillas, salmonetes, pulpos, cangrejos y estos días, melva, bacoreta, atún y bonito). Todo, a razón de un kilo.
Acuden compradores de toda la comarca, y también turistas, atraídos todos por la frescura de las capturas.
De lunes a viernes (por la tarde, a partir de las 18.30 horas) venden hasta 250 bandejas al día. Y dentro de 10 días llenarán los mostradores de doradas.
«Todo un placer para nuestros compradores», según José Antonio Soler, uno de los pescadores de El Campello que vende pescado en esta subasta.
El también secretario de la cofradía asegura que este año ha sido «la locura», por la participación.
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