La Unión de Consumidores de Andalucía (UCE-A) ha rechazado este miércoles el "encarecimiento generalizado de servicios y suministros básicos" con el que ha comenzado el año y con el que "difícilmente se saldrá de la crisis".

En una nota, UCE-A ha criticado, en concreto, las subidas "de la luz, los peajes, las tasas aeroportuarias y los billetes de trenes de cercanías y Media Distancia", así como el incremento "imparable" de los carburantes y el alza de las comisiones bancarias.

Para esta organización, la subida de los carburantes repercutirá "no sólo en el coste de repostar en la gasolinera", sino también en el precio de "muchos bienes de consumo de primera necesidad" como los que conforman "la cesta de la compra".

De igual modo, UCE-A, que augura una subida del precio del diesel "de entre tres y cuatro céntimos por litro" como consecuencia de la "desaparición" de las subvenciones a los biocombustibles, ha advertido de que "la reestructuración del sector bancario va a endurecer las condiciones a la hora de conceder un préstamo", y "también incrementará las comisiones a lo largo del 2013".

Al hilo de ello, la asociación ha señalado que las comisiones bancarias se han incrementado "en un 40 por ciento desde el inicio de la crisis", y que "la media por mantener una cuenta corriente supera los 28 euros, y por tener una tarjeta de débito, los 20".

Además, UCE-A ha lamentado "el aumento del IRPF por la desaparición de la desgravación por la compra de la vivienda habitual, la desaparición del tipo reducido del IVA por la compra de vivienda, o el incremento de los impuestos especiales sobre el vino, la cerveza o el tabaco", medidas que "reducen drásticamente el crédito y el consumo", los dos "pilares" en los que, según esta organización, se sustenta el sistema económico nacional.

Detrás de estas subidas de precios, la asociación de consumidores ve el objetivo del Gobierno de recortar el déficit, que le está llevando, según UCE-A, a "asfixiar a las economías domésticas más desfavorecidas y castigadas por el desempleo y el recorte de salarios", endosándole "los costes de una crisis de la que no son responsables".