EE UU se adentra con el Año Nuevo en el abismo fiscal, al menos de forma temporal

  • El Gobierno del presidente Barack Obama y los dirigentes republicanos del Senado llegaron la pasada noche a un principio de acuerdo para evitarlo.
  • Siempre es posible que el Legislativo anule sus efectos con carácter retroactivo, si la Cámara y el Senado lo deciden así. El abismo fiscal sólo sería transitorio.
  • Hay medidas destinadas sobre todo a proteger a la clase media.
  • El 'abismo fiscal': recortes públicos y fuertes subidas de impuestos.
El presidente estadounidense, Barack Obama, da un discurso sobre el "abismo fiscal" en la Casa Blanca.
El presidente estadounidense, Barack Obama, da un discurso sobre el "abismo fiscal" en la Casa Blanca.
Michael Reynolds / EFE
El presidente estadounidense, Barack Obama, da un discurso sobre el "abismo fiscal" en la Casa Blanca.

Estados Unidos se adentró este martes, con la llegada del Año Nuevo, al menos técnicamente, en el temido "abismo fiscal", como se conoce a la dañina combinación de subidas de impuestos y recortes automáticos en el gasto público, que pueden devolver a la primera economía del planeta a la recesión.

Este martes, 1 de enero, vence en el país una serie de importantes exenciones fiscales, mientras los miembros del Congreso continúan esforzándose por llegar a un acuerdo que permita aprobar en las próximas horas la legislación que neutralice esa subida de impuestos.

El Gobierno del presidente Barack Obama y los dirigentes republicanos del Senado llegaron la pasada noche a un principio de acuerdo sobre un paquete destinado sobre todo a proteger a la clase media estadounidense de la subida impositiva y que aplaza por dos meses los previstos recortes en el gasto público. El acuerdo, que cuenta con el apoyo de la dirección demócrata en las dos cámaras del Congreso, tiene que ser sometido a votación en la Cámara de Representantes, donde los republicanos ejercen el control, y sin cuyo respaldo la nueva legislación no puede entrar en vigor. La aprobación del plan en el Senado contó con el voto a favor de 89 senadores y en contra de 8.

Aunque las subidas de impuestos empiezan a ser efectivas a partir de este martes y los recortes del gasto a partir del miércoles, siempre es posible que el Legislativo anule sus efectos con carácter retroactivo, si la Cámara y el Senado lo deciden así, por lo que el paso por el abismo fiscal sólo sería transitorio y los ciudadanos y la economía no notarían sus efectos.

En un comunicado, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, confirmó que el pleno de la cámara baja considerará el acuerdo que le llegue del Senado, aunque no adelantó si será para aceptarlo tal cual o para tratar de enmendarlo.

El acuerdo

Según lo filtrado hasta el momento, el compromiso prevé la extensión, para las familias con rentas anuales inferiores a los 450.000 dólares, de las rebajas impositivas aprobadas durante la presidencia de George W. Bush. Por encima de ese umbral, la tasa del impuesto sobre la renta subiría del 35% actual a un máximo del 39,6%, lo que supondría la primera subida de impuestos en EE UU en dos décadas, algo a lo que se han opuesto con uñas y dientes los republicanos. La Casa Blanca, sin embargo, habría accedido a elevar, de 250.000 a 450.000 dólares anuales, el umbral de rentas a partir del cual se subirían los impuestos.

El compromiso en ciernes también incluiría un aplazamiento, por dos meses, de los recortes automáticos del gasto público que deberían entrar en vigor a partir del miércoles. Aparte de la prórroga de las rebajas de la era Bush, el compromiso contempla también la prórroga del subsidio de desempleo para 2 millones de estadounidenses. Las familias de bajos ingresos se beneficiarían igualmente de una extensión de las deducciones por estudios universitarios para sus hijos, y los empresarios verían extenderse los incentivos fiscales a la investigación y el desarrollo, entre otros elementos del paquete.

Por lo que respecta al impuesto sobre los bienes heredados, el tipo aumentaría del 35% hasta el 40%, manteniéndose la exención actual para los bienes valorados en hasta 5 millones de dólares. Según los términos del preacuerdo que han trascendido, tampoco se vería recortada el año próximo la compensación que perciben los médicos por la atención que prestan a los pacientes cubiertos por el programa público de asistencia sanitaria para jubilados (Medicare).

Globalmente, el compromiso supondría para el Tesoro un incremento de ingresos de 600.000 millones de dólares a lo largo de la próxima década, muy por debajo del billón de dólares que el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, llegó a aceptar a mediados de diciembre.

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