De paseo este jueves por Madrid, repitiendo el mismo recorrido que hizo el general Prim la tarde en que fue tiroteado, la alcaldesa de la capital, Ana Botella, ha intentado socorrer a una mendiga y ésta no se ha dejado.
En su recorrido por la calle de Alcalá, tras descubrir una placa en el lugar donde Juan Prim fue tiroteado y de camino al palacio de Buenavista, donde el general entró malherido hace 142 años, Ana Botella ha protagonizado una de las anécdotas de la comitiva.
Flanqueada por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el presidente del Congreso, Jesús Posada, la alcaldesa no ha dudado en rodear con su brazo a la sin techo, una mujer de mediana edad con aspecto desaliñado y desorientada.
"Vamos a que la atienda el Samur Social", le ha dicho una impecable Botella, ante el asombro de todos y la incomodidad de alguno. Al principio la mujer se ha mostrado receptiva, pero cuando la alcaldesa le ha insistido ha cambiado de parecer y le ha dicho que no quería, ante lo cual Botella ha insistido de nuevo.
"¡Déjala! Sus razones tendrá", ha recomendado el presidente del Congreso, Jesús Posada, a la alcaldesa de Madrid, que decepcionada le ha retirado el brazo del hombro y la ha dejado marchar.
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