La empresa riojana Mazapanes Soto Segura, que elabora este producto desde hace más de cien años, busca en la exportación una forma de poder ampliar la producción, reducida en la actualidad exclusivamente a la campaña navideña, a todo el año.

El gerente de la empresa, Cesar Río, ha explicado en declaraciones a Europa Press que los destinos que baraja Soto Segura son Rusia y Finlandia, después de una primera inclusión, "exitosa", con 10.000 estuches en México.

Se trata de poder vender mazapanes en lugares donde no se asocien a la Navidad y, por tanto, su consumo se pueda extender a todo el año. En la actualidad, la producción de este dulce riojano se desarrolla, exclusivamente, en la campaña navideña pero "poco a poco" el objetivo es "trabajar todo el año".

Para ello, además, y pensando en el mercado nacional, Soto Segura ha puesto en marcha una línea nueva de productos de pastelería (pastas) que ya se venden en grandes superficies aunque aún están penetrando en el mercado. Lo hacen continuando con la línea que impulsa los mazapanes: elaboración tradicional y presentación atractiva.

Para la campaña de Navidad actual (que dura de septiembre a diciembre) Soto Segura ha contratado a 45 personas (cinco menos que el año pasado). Se elaborarán 250.000 kilos de mazapanes (el diez por ciento en la versión bombón).

La crisis también está haciendo mella en este dulce, cuyo consumo se asocia con un "pequeño lujo", ha explicado por último el gerente.

Historia de soto segura

Nacida hacia 1870 en Soto en Cameros, la empresa fue fundada por Bartolomé Segura, comerciante y confitero. Ya en 1903, constan los primeros reconocimientos al Mazapán de Soto Segura.

En sus orígenes, el mazapán se elaboraba en los hornos que cada casa tenía para la propia fabricación del pan. En 1940, Plácido Sáenz Segura, sobrino sucesor de Bartolomé, construyó la primera planta de fabricación y en 1960 se levantó la primera construcción, que ya podía considerarse una empresa consolidada.

En 1970 tuvo lugar el traslado de la fábrica desde Soto en Cameros a la capital, Logroño. Una vez asentada la empresa, se abrió una pequeña tienda de pastelería en el centro.

También en esas fechas, aparece un nuevo producto, el Bombón de Mazapán, que manteniendo la base del mazapán cambia el horneado y la oblea por un baño del mejor chocolate.