'¡No soy un sosias!', retratos de personas que se parecen sin tener un vínculo familiar

  • El canadiense François Brunelle fotografía a dobles sin relación de parentesco.
  • De las 200 que quiere retratatar, ya tiene a 180 parejas de diferentes países con parecidos que incluso van más allá de la diferencia de edad y sexo.
  • Con su proyecto, Brunelle quiere minimizar las diferencias y resaltar las similitudes entre los seres humanos.
Nina Singh (izquierda) y Anna Rubin (derecha), dobles de Montreal (Canadá) retratadas por Brunelle en 2004
Nina Singh (izquierda) y Anna Rubin (derecha), dobles de Montreal (Canadá) retratadas por Brunelle en  2004
François Brunelle
Nina Singh (izquierda) y Anna Rubin (derecha), dobles de Montreal (Canadá) retratadas por Brunelle en 2004

En el folclore popular y en la literatura es recurrente la idea de que tenemos un doble, una persona con nuestra misma apariencia, que nos persigue en la sombra, que puede complementarnos o atormentarnos. Del Anfitrión de Plauto (que usa el sosias como causante de enredos en la comedia) al doble dañino y oscuro del romanticismo, pasando por relatos y novelas de Edgar Allan Poe, Julio Cortázar o José Saramago, la creencia de que existe en el mundo alguien igual que nosotros nos llena de curiosidad y a la vez nos aterra.

El fotógrafo canadiense François Brunelle continua con la ancestral fascinación por el doble en el proyecto artístico I'm not a look-alike! (¡No soy un sosias!) una gran serie de retratos de personas que se parecen físicamente sin tener vínculos familiares.

Inició el proyecto en el año 2000 y lleva 180 parejas fotografiadas. Lo dara por finalizado cuando alcance las 200, sólo entonces organizará una exposición internacional y editará un libro con todas las imágenes. Aunque muchos de los participantes son canadienses (el fotógrafo vive y trabaja en Montreal), se ha trasladado también a otros países para acudir a la llamada de quienes lo han reclamado por Internet: "He estado en los EE UU, Francia, Inglaterra, Holanda, Suiza, Alemania, Portugal... Tuve una sesión de fotos planeada en Madrid, pero se canceló en el último minuto", declara como animando a los sosias españoles.

"Somos todos de la misma familia"

Señoras rubias, hombres de cuarenta y tantos años que se parecen en todo menos en la elección del vestuario, niñas preadolescentes, hombres que a pesar de llevarse 15 años de diferencia exhiben su parecido de modo atemporal... Los modelos pueden ser de edades e incluso de sexos diferentes. Además de los rasgos más evidentes, muchos comparten la mirada, un gesto sutil, el peinado o la actitud ante el objetivo.

Brunelle los fotografía en blanco y negro, con una expresión similar y abrazándose como si fueran amigos o familia. Él les da instrucciones para que vengan vestidos de una manera similar y algunos incluso se ponen de acuerdo para llevar el mismo atuendo.

A veces un amigo común descubre el parecido, otros comparten lugar de trabajo, se conocen por casualidad como encontrándose en un espejo. El propio fotógrafo, en su incansable búsqueda de sosias, también ha provocado que varios de ellos se conozcan. A la pregunta de si ha probado a buscar dobles de sí mismo, responde exclamando: "¡Ya he encontrado tres!".

En su experiencia el fotógrafo ha dado con personas que ni siquiera hablaban el mismo idioma ("dos hombres de Montreal, uno de ancestros franceses y otro de origen inglés y del este de Europa"), parejas de sosias que se sentían unidas conforme avanzaba la sesión de fotos...

Brunelle quiere con su complejo proyecto hacer un llamamiento a la concordia, minimizar las diferencias y resaltar las similitudes entre los seres humanos "más allá de los prejuicios, porque somos todos de la misma familia".

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