Cientos de personas se han concentrado este domingo en las localidades segovianas de Abades y La Higuera para rechazar el crimen de Rosa María de Andrés y reclamar a las autoridades competentes diligencia en la resolución del suceso.

Aunque vivía en La Higuera, la víctima era natural de Abades. Los ayuntamientos de ambos municipios convocaron sendos actos para condenar la muerte, presuntamente a manos de sus propios vecinos, tres de los cuales permanecen en prisión acusados de homicidio doloso, robo de vehículo, robo con fuerza y falsificación de documento público. Otras tres personas fueron detenidas por su supuesta vinculación al caso, que continúa abierto.

En las dos localidades se ha leído un manifiesto en el que se ha mostrado enérgica repulsa a este asesinato que ha conmocionado a todos sus vecinos y se ha pedido la pronta resolución del suceso para que los responsables "se sienten ante un tribunal cuanto antes y cumplan sus penas íntegramente".

"Como madres, padres, hermano y amigos hemos sentido como propio el dolor de una familia a la que unos desalmados han privado de su hija. Queremos solidarizarnos con esa familia y esos amigos para decirles que no están solos y que tienen detrás el apoyo y la compañía de todo su pueblo", ha manifestado la alcaldesa de Abades, Magdalena Rodríguez.

CONMOCIÓN

La regidora ha incidido en que el pueblo continúa muy afectado desde que se conociera que los restos hallados el 1 de noviembre en Lastras del Pozo, a unos cinco kilómetros de Abades, pertenecían a su vecina. Esta permanecía desaparecida desde el 6 de septiembre.

Uno de los hermanos de la víctima, Ángel Tomás de Andrés, quien ha estado acompañado por sus padres, un hermano, otros familiares y por más de 300 vecinos, ha deseado que prosigan las diligencias y se haga justicia, al tiempo que ha agradecido el esfuerzo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, sin los cuales, ha incidido, "no se hubiera conseguido nada".

En ambos actos se han guardado dos minutos de silencio por la víctima, a los que han seguido sonoros aplausos entre rostros emocionados y llantos.

En La Higuera, donde la concentración ha reunido a unas 70 personas, algunos vecinos han increpado tras ello a los dirigentes del Ayuntamiento de Espirdo, término al que pertenece la localidad.

Estos habitantes responsabilizan al Consistorio de lo ocurrido por no poner los medios para desalojar a los presuntos homicidas del parque que habían ocupado a finales de junio para vivir, antes de trasladarse a un chalé propiedad del hermano de uno de ellos, colindante con el domicilio de Roa María de Andrés.

El edil Juan Manuel Hernanz ha expresado a Europa Press que en dos ocasiones el Ayuntamiento llamó a la Guardia Civil para advertir de que varias personas vivían en el parque y que ésta aseguró la imposibilidad de desalojarles por tratarse de un espacio púbico.