Los vecinos de Fontanar representan este domingo una obra de teatro por la que en un "acto mágico" el niño Jesús nacerá en esta aldea del municipio jiennense de Pozo Alcón en lugar de hacerlo en el tradicional portal de Belén.

La iniciativa alcanza su octava edición con el cambio de fecha, precisamente, como principal novedad, de manera que en vez de realizarse el día de Navidad se adelanta dos jornadas. Así, su inicio está previsto a partir de las 17,30 horas del domingo. El Nacimiento se celebrará al aire libre, en las calles de la población y si las condiciones meteorológicas lo permiten, algo que ha ocurrido siempre salvo en 2009 cuando la lluvia obligó a su suspensión.

"El 25 ya de por sí es un día complicado porque se suele comer en familia, pero este año más con un puente para muchos por delante, por lo que optamos por adelantarlo", comentó a Europa Press el director artístico de la obra, Ángel Sánchez, sin pasar por alto una posible mayor afluencia. En este sentido, si el año pasado fueron en torno a 3.500 las personas que se dieron cita en Fontanar, en esta edición "se podría casi duplicar" el número de visitantes para presenciar la representación.

Éste es, además, uno de los elementos que destacan desde la organización, a cargo la Asociación Cultural el Nacimiento de Fontanar, como "diferencia" con otros belenes vivientes que en estas fechas se desarrollan en distintos puntos del país: Los personajes no permanecen estáticos, sino que participan en una obra teatral, cuyo guión original es de Sebastián Bonill.

En ella, se narra una "especie de milagro mágico por el que María y José van camino de Belén para empadronarse y de pronto, no se sabe por qué, aparecen en Fontanar", según ha recordado. Por ello, junto a personajes ataviados con ropas de la Palestina de hace dos mil años, aparecen otros con vestimentas propias de la zona. Y es que, además de celebrar la Navidad, el Nacimiento pretende recuperar antiguas tradiciones de Pozo Alcón y la comarca, de modo que se podrá ver a artesanos trabajando con el esparto o la madera.

Los participantes, unos 250 vecinos de la aldea, llevan tiempo preparando una actividad con ensayo general incluido. Ahora viven la cuenta atrás con el objetivo de que la obra —que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Pozo Alcón y la Asociación de Desarrollo Rural de la Sierra de Cazorla así como de diversas asociaciones y empresas privadas locales— sea todo un éxito. Por ello, Sánchez ha animado a desplazarse hasta este enclave a todo aquel que quiera disfrutar de esta actividad que se desarrolla en un escenario natural de 9.000 metros cuadrados y por la que se fomenta la convivencia y se mantienen vivas las costumbres.